Desde un principio la principal sombra que planeó sobre el catálogo de fármacos era la posible invasión de competencias con el Ministerio de Sanidad, ya que la prescripción farmacéutica depende del Gobierno central y no del autonómico. Para garantizar esta cobertura, uno de los cambios que se aplicó a la redacción del texto fue la de sustituir la palabra creación de un catálogo por implantación de un listado priorizado, y siempre dentro del nomenclátor oficial.
No obstante, el Ministerio siempre dejó claro que su obligación era evitar desigualdades entre comunidades. Consultado ayer, tras la publicación en el DOG de la ley, señalaron que «se está estudiando si se presenta o no un recurso, pero no hay una decisión tomada».
La Xunta establecerá además acuerdos con los colegios oficiales de farmacéuticos para resolver las dificultades de entrada y salida de medicamentos del catálogo, y para facilitar la adherencia del usuario al mismo fármaco durante todo el tratamiento.
Otra de las medidas incluidas en la ley publicada ayer, a petición del grupo nacionalista, es incluir la ordenación funcional de la visita médica.
Regulación de las visitas
En este sentido, desde el departamento sanitario recuerdan que ya existe una norma que regula las visitas médicas de los delegados comerciales de las distintas empresas farmacéuticas, pero lo que se hará será ordenarla de forma que en ningún caso se interrumpa la atención a los pacientes o el trabajo asistencial de los profesionales.