Los recursos se distribuyen de acuerdo a tres partidas, y en todas el dinero estará vinculado a la eficiencia

La Voz

GALICIA

22 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El nuevo plan de financiación de las universidades recoge tres fondos diferenciados para dar dinero a estas instituciones. Uno de ellos, el estructural, contempla los costes que le supone a la universidad el normal funcionamiento de su institución, y constituye el 90% de la financiación total del 2011.

Otro 5% va destinado a la financiación por resultados, y el 5% restante a la mejora de la calidad. A partir del 2012 el 90% ligado al fondo estructural también incluirá dinero en función de los resultados, en un porcentaje que irá del 5% del 2012 al 20% del 2015. Es decir, que cuando finalice la vigencia del documento económico prácticamente el 30% de los fondos que capten las universidades irán ligados a objetivos.

Los porcentajes que ofrece la Xunta, así como las cantidades recogidas en el plan, han sido cuestionados desde distintos sectores. Ayer, una de las plataformas del profesorado de la Universidade de Santiago, +Ideas, explicaba que tanto en el 2010 como en el 2011 han disminuido los fondos destinados a las universidades entre un 5 y un 6%, tomando como fuente los presupuestos de la Xunta. Desde ese colectivo aseguran que este año la Xunta ha añadido los recursos que destina el Sergas y las transferencias al INEF.

Meses de negociación

A partir de ahora y hasta el mes de julio, las universidades han de negociar con la Xunta cómo se repartirán todos los fondos que a partir del 2012 se vincularán a la consecución de objetivos dentro del fondo estructural. Una de las novedades del nuevo plan de financiación es que las tres instituciones académicas deberán presentar antes del próximo 15 de febrero un plan de estabilidad que garantice su equilibrio financiero y las medidas correctoras que aplicarán para conseguirlo. Si no se cumplen los objetivos marcados o no se presenta el documento, las instituciones obtendrán menos porcentaje del fondo de mejora de la calidad, que por ejemplo en el 2011 alcanzará los 18 millones de euros.

El rector de A Coruña, José María Barja, fue quien mostró una postura más contraria al documento, y de hecho se abstuvo en la votación del Consello Galego de Universidades. El de Vigo, Salustiano Mato, ha sido en sus declaraciones públicas el más favorable a este documento pese a reconocer que se hizo un sacrificio en aras del consenso; y finalmente el rector de Santiago afirmó que no es el mejor plan, pero es el que hay en un momento económicamente difícil.