Antonio Abril considera imprescindible la cooperación entre las tres universidades que componen el sistema universitario gallego. Racionalización y colaboración son términos que repite a menudo, sin dejar de recordar el déficit de financiación e infraestructuras que arrastra la Universidade da Coruña desde su nacimiento.
-Lo que la UDC representa no se corresponde con lo que recibe. Con más del 30% de los alumnos, recibe menos del 27% de los fondos gallegos. Y el Informe sobre la Universidad Española de la Fundación Conocimiento y Desarrollo dice que es la universidad pública con un menor coste de financiación por alumno.
-Desde la perspectiva de la actual crisis, ¿habría sido más acertado mantener una única universidad gallega?
-Yo creo que la existencia de tres universidades en absoluto es un problema para la eficiencia del sistema. Lo que sí hace falta es coordinación entre las tres.
-¿Hay que cerrar titulaciones sin alumnos?
-Hay que evitar duplicidades. Tenemos que convencernos de que tener en el sistema titulaciones repetidas con un escaso número de alumnos nos perjudica. El beneficio no está en tener una titulación a la puerta de casa. El beneficio reside en tener una titulación de calidad, excelente, en un entorno más o menos próximo. Dicho esto, hay carreras que hay que mantener, porque la universidad no se puede guiar solo por criterios económicos de eficiencia.
-¿En qué medida marcan los localismos políticos el debate en torno al mapa de estudios?
-Los localismos existen y hay que racionalizarlos. Por encima de los intereses de cada una de las tres instituciones, está el interés global del conjunto de la sociedad gallega.
-La colaboración parece fundamental.
-Ahora mismo, el diálogo entre los rectores de las tres instituciones pasa por un momento excelente. Y las universidades gallegas están demostrando su capacidad para abordar de manera conjunta proyectos de excelencia académica como el Campus del Mar, lo que es también una excelente noticia. Desde los consellos sociales, estamos convencidos de la necesidad de trabajar buscando el bien general de Galicia.