Detenido un chino por el crimen de las dos prostitutas en Pontevedra

M. Escauriaza / López Penide PONTEVEDRA/LA VOZ.

GALICIA

La participación de las tríadas se confirma, mientras se cree que un segundo sospechoso reside en China

03 dic 2010 . Actualizado a las 02:38 h.

Las misteriosas circunstancias que rodearon la muerte de Guang Qu y Kun Yong, las dos mujeres chinas que fueron brutalmente asesinadas a finales de abril del pasado año, en el piso de Pontevedra en el que ejercían la prostitución, van esclareciéndose.

Un compatriota de las dos mujeres asiáticas se encuentra actualmente en prisión por su supuesta relación con este doble crimen. De 33 años y cuya identidad no ha trascendido, está en la prisión de A Lama desde abril, tras haber sido detenido en el sur de España, concretamente en Murcia.

Asimismo, existe un segundo sospechoso que, si bien ha sido identificado, aún no ha sido detenido, toda vez que se cree que ya está en su país de origen. Esta circunstancia ha llevado al juez pontevedrés que instruye la causa a solicitar una comisión rogatoria para poder confirmar que la identidad de este individuo se corresponde con la que ha arrojado la investigación.

Según distintas fuentes consultadas, parece confirmarse, tal y como avanzó en su día este periódico, la participación de las mafias chinas en el asesinato cometido en la calle Amado Carballo, número 8, en el centro de Pontevedra.

«Se te acaba el tiempo»

Esta tesis se refuerza por varias de las pruebas halladas en el escenario del crimen y cuya existencia no había trascendido hasta ahora. Se trata de indicios tan llenos de simbolismo como un reloj de pulsera de hombre depositado junto a la muñeca de una de las víctimas. Según expertos en crimen organizado, se trataría de dejar «escrito» un mensaje al destinatario de la venganza: «Se te acaba el tiempo».

Además, el propio modus operandi empleado en el asesinato de las asiáticas apunta directamente a las prácticas violentas que se asocian con la tríadas o mafias chinas y en las que predomina una combinación de asfixia y sin sangre de por medio. El ajuste de cuentas vendría dado, según fuentes próximas a la investigación, bien por una deuda entre proxenetas o por un control territorial del negocio de la prostitución y de otros campos en los que actúan estas organizaciones delictivas.

La vendetta fue de hecho la principal hipótesis de trabajo de la investigación abierta por la comisaría de Pontevedra, cuyos agentes se vieron reforzados por la Unidad de Información de la Policía Nacional.

En relación con el hombre de 33 años detenido, este permanece ingresado en el centro penitenciario pontevedrés de A Lama en calidad de supuesto autor material del crimen. No obstante, y a falta de una versión oficial, su representante legal mostró su convencimiento de que a la larga se sobreseerán los cargos y «quedará claro que no hay ninguna prueba en su contra».

En todo caso, algunas fuentes policiales dejaron claro, por su parte, que estas detenciones no suponen el cierre de la investigación o que se dé por totalmente esclarecido este caso.

A este respecto, no se descartan nuevos arrestos en próximas fechas, entre los que se encontrarían implicados otros súbditos chinos y algún ciudadano español, en principio con residencia fuera de Pontevedra.