El ministro de Fomento, José Blanco, advirtió ayer a los controladores aéreos que si perseveran con este pulso actuará con determinación porque no se puede utilizar a los ciudadanos como «rehenes». El ministro no descartó incluso tomar algún tipo de medida, que se anunciaría hoy tras el Consejo de Ministros, aunque ayer declinó hacer ninguna precisión a la espera de que los controladores «cambien de actitud con rapidez». Blanco sostiene que el colectivo de trabajadores interpreta la ley a su antojo. La iniciativa que se anunciaría hoy, previsiblemente, sería una ampliación del decreto que regula las horas para aclarar su aplicación.
El Gobierno recuerda que ha impulsado una reforma estructural de la navegación aérea que adapta la normativa europea y que termina con los privilegios de un colectivo que en el pasado «utilizaba el chantaje a los ciudadanos y al sector turístico». «Los controladores no pueden arrancar privilegios en contra de lo que han decidido el Parlamento y los jueces», dijo ayer. Y reiteró que el colectivo está cogiendo el camino equivocado, «interpretando la ley a su manera para no cumplir con su obligación». En términos parecidos se pronunció el alcalde compostelano, Sánchez Bugallo, que calificó de inadmisible el comportamiento de los controladores. Núñez Feijoo deseó ayer al ministro de Fomento «toda a sorte e boa man» para resolver el conflicto, que causa graves daños a los ciudadanos.