Más de 23.000 inmigrantes dejaron Galicia desde el 2008 forzados por la crisis

Susana Basterrechea REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

El 65% abandonaron España y el resto se trasladaron a otras comunidades autónomas en busca de trabajo

24 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hace poco más de un año, las clases de español que una profesora coruñesa da a inmigrantes estaban a rebosar: «Tenía más de 30 alumnos, no paraban de llegar y de todos los países: China, Brasil, Marruecos, Este de Europa, Pakistán». Ahora hay días en los que en el aula hay menos inmigrantes que dedos tiene una mano. «Comencé a notar el bajón al final del curso pasado. Muchos no volvían a clase, pregunté a los demás y me dijeron que se habían ido a otras ciudades más grandes en busca de trabajo o habían vuelto a su país», comenta la profesora.

La inmigración emigra de Galicia. Aún llegan más de los que se van, pero la cifra ya es significativa. Desde que estalló la crisis económica, al menos 23.800 extranjeros empadronados en Galicia han hecho las maletas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 2008 se marcharon 8.610 inmigrantes (4.464 fuera de España y 4.146 a otras comunidades); en el 2009 emigraron aún más, 10.316 (6.291 al extranjero y 4.025 a otras autonomías); y este año, según las estimaciones de población que acaba de publicar el INE, 4.858 inmigrantes ya han dejado Galicia entre enero y septiembre rumbo a otros países. Faltan por contabilizar los que se han trasladado a otros puntos de España y los que todavía emigrarán hasta diciembre, por lo que la cifra global de extranjeros que han abandonado Galicia en los últimos tres años podría superar los 25.000: el 65% se fueron a otro país y el resto cambiaron de comunidad.

«Se van porque se han quedado en el paro y las dificultades son cada vez mayores para lograr otro empleo. Si los españoles lo tienen complicado, ellos todavía más porque no disponen del mismo respaldo social y familiar», señala Pedro Abeledo, orientador laboral de inmigración de UGT. Abeledo remarca que incluso el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura (trabajos en los que no se logran cubrir las ofertas existentes y que suponen la oportunidad para muchos extranjeros de obtener permiso de residencia y trabajar legalmente en España) mengua de trimestre en trimestre. «Ya no hay casi nada que no se cubra. Como mucho hay alguna vacante de médico, entrenador deportivo o en pesca y transporte marítimo», explica Abeledo. «Hay gente al límite. Y el drama es que a veces ni siquiera tienen dinero para irse», afirma.

Los que sí lo han podido hacer y se han trasladado desde Galicia a otras comunidades optaron, en la gran mayoría de los casos, por los grandes núcleos de población, «donde puede haber más oportunidades de trabajo», apunta el catedrático de Sociología Antonio Izquierdo. El año pasado, por ejemplo, 754 de los 4.025 inmigrantes inscritos en el padrón gallego que emigraron lo hicieron a Madrid, 634 a Cataluña y 453 a la Comunidad Valenciana. Otros destinos elegidos fueron Andalucía (421), Castilla y León (336) y Canarias (242). «Los inmigrantes, sobre todo los más jóvenes y los que vienen solos, no están dispuestos a esperar a que pase la crisis. Los inmigrantes siempre van donde hay trabajo. Pero si tienen familia o se han comprado un piso intentarán aguantar aquí», afirma Izquierdo.