Es un camino relativamente transitable, pero carece de señalización y de reconocimiento oficial.
10 ago 2010 . Actualizado a las 03:07 h.Si todo salió según lo tenían previsto -y así fue, pese a que no lograron entrar en la catedral debido a la larguísima cola-, todos cuantos los hayan escuchado, sabrán ahora que para ir a Santiago siguiendo el Camino, no hay que sufrir sí o sí el temido trecho que pasa por Foncebadón. Existe otra ruta, la del Manzanal, por el Bierzo Alto, antigua vía romana y alternativa histórica. Y es que cuando algo tiene cinco siglos reconocidos por escritos, por monumentos e incluso por leyendas y testigos del paso peregrino, ya se puede calificar, como mínimo, de histórico. Fue el monje Hermann Künig von Vach quien dejó constancia de esta vía ya en 1495. También el sacerdote Elías Valiña la cita.
A día de hoy es relativamente transitable, pero carece de señalización y de reconocimiento oficial. Para darla a conocer y para tratar de llegar al apoyo necesario para su recuperación, salieron de Astorga ocho ciclistas de la Escuela Municipal de Bicicletas Todo Terreno de Bembibre del Bierzo (Bembibre BTT): Sergio, Javi Arias, Jose Guerrero, Luis, Rodolfo, Juan Carlos, Jose Bandera y Javier Guerrero. «Queremos que se sepa que existe esta vía, más asequible para aquel que lo desee, porque supone subir 200 metros menos que por Foncebadón», explicaba Bandera.
No reivindican la ruta como única, sino que pugnan por su conocimiento y por su reconocimiento: «Muchos peregrinos repiten el Camino y de este modo, si lo saben, si se legaliza y se ofrece como alternativa, también podrían hacerlo por lugares diferentes».
La ruta del Manzanal no aparece en los folletos ni en las guías oficiales, pero sí hay quien se ha preocupado por ahondar en ella y divulgarla, como Jovino Andina, principal adalid y motor de esta peregrinación reivindicativa: su aportación publicada -muy completa- se titula Caminos a Santiago por el Bierzo Alto. Las rutas de Manzanal de La Cepeda. Esta última, tampoco reconocida y también vía romana, canalizaba el flujo de peregrinos de Burgos, Palencia, León e incluso Asturias.