La presidenta del Parlamento aseguró en el programa «Vía V» que los cobros indebidos son un tema «cerrado»
22 jul 2010 . Actualizado a las 09:20 h.Coincidiendo con la finalización del período de sesiones, la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, acudió ayer al programa Vía V, de V Televisión, donde analizó algunas cuestiones relacionadas con la actividad de la Cámara en los últimos meses. Rojo también explicó claves del funcionamiento de la institución, que en esta legislatura fueron noticia, como el cobro indebido de dietas por parte de algunos diputados. «Es triste que se hable de la primera institución del país por un asunto como este», afirmó. Rojo defendió a los miembros de la Cámara -«gente honrada que se deja la piel por Galicia»- pero admitió que había sido necesario introducir modificaciones: «El sistema anterior era manifiestamente mejorable, existían algunas disfunciones, y rápidamente nos pusimos a mejorarlo». Para la presidenta, se trata de una cuestión «cerrada», en la que no vio necesaria la dimisión de ningún político. «Que un diputado admita que cobró dinero indebidamente, que no de mala fe, y que lo va a devolver, no es fácil. Que dé la cara dice mucho por esa persona», zanjó.
En respuesta a las preguntas que le plantearon la directora del programa, Fernanda Tabarés, y los periodistas Ignacio Carballo y Bibiana Villaverde, Rojo se refirió a otros cambios en las normas que rigen el trabajo en la Cámara. La presidenta defendió la reforma del reglamento, pero no se mostró partidaria de «hacer borrón y cuenta nueva»: «Hay cosas buenas, que debemos aprovechar, y otros aspectos que son mejorables», justificó.
Una de las modificaciones que Rojo pretende resolver a corto plazo es la posibilidad de que las diputadas embarazadas o de baja por maternidad puedan delegar su voto. «No quiero tener que elegir entre ser madre y votar como política», argumentó, para referirse a una circunstancia que actualmente discrimina a las diputadas. También dejó abierta la posibilidad a que en un futuro se puedan incluir otras cuestiones como el permiso de paternidad.
Como máximo responsable de la Cámara, Rojo abogó por acercar la institución lo más posible a la ciudadanía y expresó su deseo de que se conozca mejor su funcionamiento, ya que buena parte del trabajo de sus miembros no suele salir a la opinión pública, como la «cordialidad» que preside el día a día. «Es cierto que se producen momentos de tensión en los debates, pero no en la relación personal. Me gustaría que los ciudadanos pudiesen ver cómo los diputados después de una sesión se toman un café juntos», dijo. Rojo no quiso valorar la ausencia de Ricardo Varela y Anxo Quintana en las jornadas de puertas abiertas del Parlamento, pero sí aludió a la despedida de Emilio Pérez Touriño, «alguien que dio unos años de su vida y que se merecía un adiós 'con honra'», aunque no quiso comentar por qué el grupo socialista no había aplaudido al ex presidente, algo que el popular sí hizo. Tampoco quiso hablar de los motivos por los que Mariano Rajoy no estuvo presente en la segunda sesión del debate del estado de la nación. «Sinceramente, no sé por qué lo hizo», respondió.
La crisis económica también se abordó como tema: «Creo que podemos salir, que vamos a salir, pero para ello necesitamos consenso», concluyó Rojo.