Un sonoro Camino a pie con su arpa a cuestas

GALICIA

Hace veinte años que la americana Martha Gay quería conocer algunos de los lugares nombrados en las cantigas de Santa María

16 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

No sabe cuántos kilos pesa ese instrumento que, calcula, ha de tener unos quince años. Simplemente sabe que su música la lleva acompañando exactamente el doble de tiempo: Martha Gay se dedica a ella, profesionalmente, hace ya tres décadas, cuando poco pasaba de los veinte años. Por eso no podían separarse a la hora de vivir la que está siendo, sin lugar a dudas, una de las experiencias más importantes de su vida: el Camino de Santiago. Esta artista carga con su arpa de madera en un carrito con una sola rueda, por el que ella va tirando y en el que asienta, además, todos sus útiles de peregrina.

Martha es de Tejas (Estados Unidos) y habla un español muy comprensible, aunque, así de entrada, pide paciencia. «Sé algo de español porque Tejas y México 'están muy vecinos'. Aunque cuando, por ejemplo, digo 'ahorita' la gente me dice que eso no es español sino mexicano». Es solo una anécdota, aunque, cómo no, la más frecuente es la de la cara que se les queda a los otros caminantes. «Me dicen pobrecita, pero no lo soy. Al contrario, mi vida es muy rica, aunque sí sea pobre en dinero». Resuelve con este humor la sorpresa que le causa a los peregrinos y lugareños verla cargar con el instrumento desde tan lejos. Y es que esta mujer camina desde Bayona (Francia). Así, portando su arpa, ha subido cuestas, sobrepasado montañas y solventado obstáculos pétreos. A esa localidad francesa se trasladó desde los Estados Unidos para cumplir su sueño del Camino.

Veinte años esperando no son pocos, así que ahora que lo ha conseguido, se lo está tomando con calma, «tranquila». Empezó a andar el pasado 22 de mayo y tiene reservada plaza en el barco de regreso desde Santander para el próximo 26 de agosto. Por tanto, llegará a Santiago y, después, probablemente, se irá también hasta Fisterra. «Antes no he podido venir porque con mi grupo [del que ella es fundadora] estoy de gira muchos meses del año [ahora mismo sus compañeros están en Nueva York] y porque, además, no tenía mucho dinero».

La herencia de su tía

Lo reconoce sin tapujos. No resulta fácil vivir de la música y mucho menos ahorrar para el pasaje y hacer todo el Camino. No obstante, a la muerte de su tía, con el reparto de herencia correspondiente, ella supo muy bien en qué emplear lo que le había quedado.

Y es que el porqué de la peregrinación de Martha también tiene su historia; cómo no, ligado a la música. Su grupo (http://cantigamusic.com) toca con frecuencia algunas de las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio.

«Es una música muy importante, del siglo XIII aproximadamente, y yo siempre quise conocer los paisajes y los lugares que se nombraban en ellas». Así, esta artista podrá regresar a Tejas con el privilegio de haber pasado, por ejemplo, por la iglesia de Santa María la Blanca, en Villalcázar de Sirga, o por la de la Virgen del Manzano, en Castrojeriz. Suspira si se le pide una valoración de lo que está viviendo, pero después consigue decir: «Me encanta España, su gente es muy agradable y simpática, me gustan los castillos, las iglesias, los monumentos, todo el país y los peregrinos». De ello va dejando constancia en el blog que mantiene dentro de la página del grupo y en el cual recuerda también que, al menos en treinta de esas cantigas, se habla de los milagros que le sucedieron a los peregrinos durante el Camino. Siempre con una gran sonrisa, Martha Gay toca a menudo para ellos: en O Cebreiro, lo hizo dentro de la propia iglesia.