Una asamblea de la CIG acaba en pelea y con presencia policial

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

La UPG y sus rivales tuvieron en A Coruña una gresca por una votación, que terminó con dos heridos y dos denuncias

01 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La asamblea que celebró el pasado jueves la CIG en A Coruña para elegir secretario comarcal de la Federación de Administración Autonómica concluyó con una monumental gresca en la que hubo dos heridos leves y que requirió la presencia de dos patrullas de la Policía Nacional. Los hechos muestran el elevado clima de tensión que vive el nacionalismo coruñés, donde la Unión do Povo Galego (UPG), el partido mayoritario en el BNG, mantiene una enardecida lucha con el resto de las corrientes, especialmente con los partidarios de Henrique Tello, que acaba de renunciar a encabezar la candidatura del Bloque en las próximas municipales.

Los incidentes de A Coruña, poco frecuentes en la vida política gallega, se produjeron después de que la corriente contraria a la UPG -integrada por afines a Tello y de otras tendencias- se negara a aceptar la lista rival al estar fuera de plazo. Los sindicalistas de la UPG, encabezados por Paulo Carril, elevaron la discusión de tono y adujeron que la negativa de la mesa a aceptar su lista era una decisión estrictamente política, que carecía de amparo legal y de cualquier fundamento democrático.

Empujón contra la pared

La situación llegó al punto de que una representante de la mesa, perteneciente a la candidatura rival de la UPG, estaba ya sentada en su silla cuando fue levantada en peso y empujada contra una pared. Así consta en la denuncia que horas después presentó ella misma en dependencias policiales. La mujer, que presenta lesiones leves en un brazo, ha declinado hacer ningún tipo de valoración al respecto y ha preferido omitir su nombre.

Este empujón embraveció aún más el ambiente, hasta el punto de que un compañero de la sindicalista, que acudió en su defensa, resultó también agredido. Fue la segunda persona involucrada en los incidentes que presentó poco después una denuncia en dependencias policiales. Lo que ambos sindicalistas relataron a las fuerzas de seguridad contrasta con la versión de los afines a la UPG, que consideran que se trató de una discusión algo subida de tono, como muchas otras, y en la que se debatieron cuestiones internas que no tienen por qué salir a la luz pública.

Esta interpretación de lo ocurrido, sin embargo, soslaya dos hechos insólitos en una reunión sindical: la interposición de dos denuncias por agresiones físicas y la presencia de dos patrullas policiales. Algunos afiliados fueron los que requirieron la presencia de las fuerzas de seguridad ante la gravedad de lo que estaba sucediendo. Este diario, sin embargo, intentó ayer sin éxito recabar una versión oficial sobre lo ocurrido entre los miembros de la UPG coruñesa. La CIG también guarda un escrupuloso silencio sobre los incidentes.