El Ayuntamiento acusa a los trabajadores de no respetar los servicios mínimos en el octavo día de huelga
18 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La subida de las temperaturas ha agravado las consecuencias de la huelga de basura que afecta al municipio de Santiago y que ayer cumplió su octavo día. Los olores ya empezaron a ser insoportables en algunos barrios y parroquias de la ciudad por los que el servicio de recogida de basura no ha pasado desde el primer día del paro. En algunas calles, los contenedores verdes ni siquiera se ven debido a la gran cantidad de bolsas que se amontonan a su alrededor y, en algunos puntos, las aceras se han convertido en auténticos vertederos incontrolados. Ni siquiera fueron retirados los contenedores quemados en las madrugadas del viernes y el sábado.
Los vecinos recurren a los recipientes de papel y plásticos para depositar los residuos orgánicos y evitar que las bolsas queden a merced de gatos y perros callejeros, que las rompen dejando su contenido repartido por la calzada y las aceras. Algunos establecimientos están acumulando basura en almacenes para evitar depositarla en la calle; y otros optan por trasladarla a otros puntos de la ciudad para no tenerla delante de sus locales. El Ayuntamiento insiste en pedir a los vecinos que, en la medida de lo posible, no saquen la basura a la calle.
Para la tarde y noche de ayer, el Concello decretó el pasado 14 de mayo un incremento de los servicios mínimos aprobados el día 7. Concretamente, durante la tarde salió un camión, el mismo que saldría sin huelga. Por la noche estuvieron en la calle seis de los siete que realizan habitualmente el servicio.
Con este refuerzo, los vecinos de algunos barrios de la zona norte de la ciudad vieron aligerados sus contenedores durante la tarde y noche de ayer, lo que permitió también aliviar el insoportable olor que se viene aguantando desde que el domingo comenzara a registrarse la subida de temperaturas.
Con este incremento de servicios, la concejala de Limpeza, Marta Álvarez Santullano, esperaba que se pudiera recoger más cantidad de basura de las calles, pero acusó a los trabajadores de estar incumpliendo el decreto y de ralentizar la recogida. «Están retirando la mitad de lo que harían en condiciones normales; lo que tendrían que hacer es ponerse a trabajar, que cobran para ello», dijo.