La falta de colaboración de la esposa ha evitado que se le condene por un delito de maltrato habitual

La Voz

GALICIA

11 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Aunque hay informes que aseguran que sufre el síndrome de la mujer maltratada, no hay pruebas por las que se pueda condenar por ello a su agresor. Los magistrados encargados de valorar si, tal y como solicitaba el fiscal, Arturo Moreiras debía también ser condenado por un delito de maltrato habitual, no han podido conocer exactamente qué agresiones sufrió la víctima debido a su falta de colaboración. Tanto es así que, pese a que vecinos y familiares relataron que las discusiones en casa eran frecuentes y que la mujer solía tener moratones en la cara, la perjudicada tan solo concretó una lesión que a día de hoy está prescrita.