Plantas insuficientes o sin funcionar y municipios que vierten a las rías

La Voz

GALICIA

06 may 2010 . Actualizado a las 09:19 h.

Bruselas ha sancionado a otras localidades.

Santiago. La construcción de una nueva depuradora en Compostela está encauzada en los despachos, aunque los vecinos han llevado el caso a los juzgados por no estar de acuerdo con su ubicación. En el mejor de los casos estará en funcionamiento en el 2014. En la actualidad, dependiendo de los días, hasta un tercio del caudal que llega a las instalaciones sale de allí sin tratar.

Noia. La ría noiesa solamente tiene un nombre: cloaca. Casi todos los hogares de Noia vierten sin depurar y, además, hay una polémica en torno al proyecto de saneamiento que podría salvar el estuario: es la segunda vez que la Xunta lo presenta al Concello y que este lo rechaza.

Ribeira. Solo las aguas de Palmeira y Ribeira van a parar a una decantadora y en el resto de las parroquias se vierten sin tratar. El bipartito elaboró un proyecto para construir una depuradora, pero las protestas por el emplazamiento elegido dejaron la obra en suspenso.

Cariño. La estación depuradora del municipio de Cariño entrará en funcionamiento «de forma inminente», según comunicaron los técnicos de Augas de Galicia al alcalde.

Baiona. Las aguas residuales de Baiona se vierten al mar por un emisario submarino tras un pretratamiento. La planta de cabo Silleiro está casi terminada y funciona de manera experimental, con la idea de que lo haga a pleno rendimiento este verano.

Tui. La planta de Guillarei estuvo años terminada sin entrar en servicio, en un claro ejemplo de desidia política. Su puesta en marcha se produjo hace pocas semanas.

Redondela. La estación depuradora de Redondela lleva años en servicio, pero la instalación presenta deficiencias que han sido reconocidas por la Xunta. Viveiro. La entrada en funcionamiento de la nueva depuradora resolvió el problema del saneamiento en los núcleos importantes del municipio. Ahora se está completando la red con otras obras.