Un ataque fallido a la sede del PP de Gondomar precedió al de Nigrán

GALICIA

Uno de los dos cócteles molotov lanzados contra el local no explosionó y el otro impactó en la fachada

21 abr 2010 . Actualizado a las 11:25 h.

Un ataque a la sede del PP de Gondomar, en el que apenas se registraron daños y del que se ha tenido conocimiento un día después del que se produjo en las dependencias de este partido en Nigrán, mantiene la alarma por vandalismo en el Val Miñor. La Guardia Civil investiga las pruebas halladas para poder dar con los responsables y no descarta ninguna hipótesis, pero según se avanza en las pesquisas parece perder fuerza la teoría de que algún grupo radical independentista organizado pudiera estar detrás de estos actos.

Los investigadores desconocen todavía el momento exacto en el que se produjo el ataque al local de reuniones de los populares gondomareños, aunque las pistas indican que tuvo lugar antes de que fuera violentada la sede de Nigrán. La acción pasó completamente desapercibida para los vecinos y las fuerzas de seguridad hasta que, durante la madrugada de ayer, lo descubrieron agentes del instituto armado de Gondomar durante uno de sus servicios rutinarios de patrullaje nocturno.

Modus operandi

Los desconocidos arrojaron dos cócteles molotov contra el inmueble ubicado en el centro urbano de la villa. Emplearon en el ataque el mismo modus operandi que el utilizado en Nigrán. Tras romper el cristal de una ventana, arrojaron el artefacto hacia el interior del local, con la fortuna de que este no explosionó, posiblemente por un defecto en su fabricación casera, lo que denotaría la falta de experiencia de los autores de la agresión.

Con el segundo cóctel molotov no tuvieron la suficiente puntería para lograr introducirlo en el inmueble. El artefacto impactó contra la fachada del edificio y el material combustible se desparramó ardiendo sobre la entrada sin provocar más daños que el ennegrecimiento del banco de piedra ubicado junto a la puerta principal. Los autores del ataque no lograron su objetivo de incendiar la sede del PP, la fuerza política más votada del municipio, y, al día siguiente, nadie se enteró de lo que había pasado.

Inspección de los tédax

Especialistas en explosivos de la Guardia Civil se desplazaron ayer por la mañana hasta el lugar de los hechos para recoger muestras y determinar si existe relación entre ambos ataques. También el presidente local de la agrupación, Carlos Silva, se acercó hasta las oficinas para poder evaluar los daños.

La sede del PP de Gondomar ocupa la planta baja de una antigua vivienda que está deshabitada. Al igual que los locales de los populares de Nigrán, está cerca de una carretera provincial y de accesos a la autopista AG-57, que pudieron permitir a los responsables del ataque una rápida huida. Mientras tanto, el gobierno de Gondomar condenó ayer enérgicamente el ataque y calificó esta acción como una actitud «antidemocrática e cobarde, que vai en contra do Estado de dereito e das liberdades dos cidadáns». El alcalde, Martín Urgal, del PP, advirtió de que «as accións e pensamentos duns poucos nunca se imporán á vontade democrática».

Los representantes del PSOE y del BNG de este municipio también expresaron ayer su solidaridad con el PP.