Las vacas y sus dueños, de vigilia contra los lobos en A Fonsagrada

Benigno Lázare

LUGO CIUDAD

Ganaderos de la parroquia de A Trapa montan guardias nocturnas para evitar que se repitan los ataques que hace unos días causaron algunas bajas en la cabaña

07 abr 2010 . Actualizado a las 02:24 h.

Para unos ganaderos de la parroquia fonsagradina de A Trapa, en Lugo, las vigilias no remataron con la Semana Santa. Desde el pasado viernes pasan la noche en los pastizales acompañando a la también extensa cabaña ganadera que poseen, para evitar que los lobos repitan los ataques del jueves, cuando devoraron un ternero y dejaron herido otro.

José Dorado Pérez, sus hijos Javier y Daniel, y su suegro Félix Díaz hacen turnos para acudir por las noches a los prados en los que pastan unas 40 vacas y más de una decena de terneros en el barrio de Vilalba. Provistos de palos y hoces, acuden en el tractor, que mantienen encendido toda la noche, con las luces y con la radio a todo volumen. También encienden una hoguera, medidas que a veces les permiten regresar a casa a echar una cabezada. También las vacas y el toro pasan la noche en vela protegiendo a las crías, y duermen durante el día.

En un lugar en el que no se veía ningún lobo desde hace muchos años, durante la noche del pasado jueves unos cuatro o cinco animales atacaron a los terneros que pernoctaban con sus madres y con un toro que están permanentemente en los prados de las proximidades de la sierra de Labeada, que es el pueblo cercano. También atacaron la cabaña de otro ganadero de A Trapa, pero ya perteneciente a Asturias, y le provocaron grandes heridas a un ternero.

A la mañana siguiente José y sus familiares echaron en falta el ternero y organizaron una batida, con la ayuda de otras personas. Los restos de la res fueron localizados en las proximidades, un trozo de la columna vertebral con tres o cuatro costillas y parte de dos patas. A la noche siguiente montaron la primera guardia y, debido a la oscuridad, no los vieron, pero notaron la presencia nuevamente de los lobos, y los espantaron. El resultado fue que los lobos se desplazaron unos centenares de metros hasta el pastizal en el que estaban las vacas de otro vecino, Manuel López, y le causaron heridas a un ternero.

Personal de la Consellería de Medio Ambiente acudió a recoger muestras y, pese a que los ganaderos apreciaron una actitud poco colaboradora, confirmó que los indicios son bastante claros de que la causa de los daños hay que buscarla en los lobos, posiblemente un macho y tres o cuatro hembras.

Los ganaderos reclaman de forma urgente batidas o que les den otra solución. Afirman que no podrán seguir montando guardias muchos días más porque no aguantan, y ahora llega la época de criar, con lo que los ataques incluso se pueden intensificar. Dicen que los animales no se asustan porque seguramente fueron alimentados por los programas proteccionistas. Presentaron una denuncia, pero hasta el momento solo recibieron respuesta del seguro.