La guardería de Vigo despidió a la cuidadora presuntamente responsable de la intoxicación de los bebés

EFE

GALICIA

El portavoz de la guardería precisa que «una de las cuidadoras» de los bebés «ya no trabaja en el centro» tras concluir su «periodo de prueba», al no serle «renovado su contrato».

18 mar 2010 . Actualizado a las 00:31 h.

Javier Pascual, abogado y portavoz de la guardería A Camelia, de Vigo, donde se detectaron varios casos de niños intoxicados por sustancias sedantes, ha asegurado esta tarde que existe «una línea de sospecha» por parte de la Policía sobre la cuidadora del aula de bebés -lugar donde se detectaron los casos- que fue despedida del centro. En declaraciones a los periodistas, precisó que «una de las cuidadoras» del aula de bebés «ya no trabaja en el centro» tras concluir su «periodo de prueba», al no serle «renovado su contrato».

Respecto a esta cuidadora, apuntó que llevaba «unos quince días» trabajando en A Camelia y que «desde todos los puntos de vista» era «atenta, correcta, con un magnífico currículum y entre 8 y 9 años de experiencia» en otras guarderías. «Su trabajo lo había hecho bien, pero existe esta línea de sospecha por parte de la Policía, que hay que dejar que haga su trabajo», reiteró el abogado de la guardería.

Sobre el despido de la cuidadora, recordó que «como se cierra el aula y ahora no se puede atender a los bebés», la cuidadora especializada que había tenido un esguince y estaba de baja lo que provocó que «provisionalmente se cogiera a otra persona», pero que «no tiene sentido» que siga trabajando si la cuidadora que permanecía de baja «ya está» en condiciones de trabajar.

Sobre si esta empleada del centro pudiera estar siguiendo un tratamiento a base de ansiolíticos, el abogado de la guardería afirmó que es «una conjetura de la prensa que es muy razonable», pero reconoció que la sintomatología de los niños afectados «tiene que ver un poco con esos tratamientos» y que esas sustancias «es lo que se ha encontrado en la orina de los bebés» tras practicar las pertinentes pruebas.

A ello agregó que la Policía se llevó como «pruebas» de la sala precintada «la leche de los bebés, el agua y algunas cosas más» y dijo que no se habían adquirido juguetes nuevos que pudieran tener «algún componente tóxico» o «productos de limpieza en mal estado».

«De ninguna manera se van a hacer acusaciones sin pruebas desde el centro, ni aunque supusiera para nosotros liberarnos de este mal trago», aclaró.

También aclaró que él mismo acompañó a «declarar» ante la Policía Nacional a la directora del centro «sin ningún problema» y dijo desconocer si algún padre ha emprendido medidas legales contra el centro.

Además, Javier Pascual señaló que hubo «hasta donde sabemos seis afectados, tres de los cuales tuvieron que ser ingresados».

El letrado explicó que «habrá que esperar dos o tres semanas» hasta que se conozcan los resultados las pruebas remitidas al Instituto Toxicológico de Madrid

Puntualizó, asimismo, que lo que se ha precintado es «el aula de bebés» que está «dividida en dos partes».

La reunión informativa convocada por el centro para comunicar a los padres la situación tras los casos de intoxicación se prolongó por espacio de una hora.

A la salida de este encuentro, Manuel López, padre de un alumna de la guardería subrayó, en declaraciones a los medios, que el asunto está «bajo secreto de sumario» y que les han dicho que «van a tomar medidas de cara al futuro» para que no se vuelva a repetir un caso semejante.

En este sentido, dijo que la dirección del centro «va a tener mucho cuidado con estas cosas en el futuro».

«Si ya estaba satisfecho antes, me han convencido con lo que me han dicho, todos los padres estamos muy contentos con la guardería, los niños siempre han estado perfectamente tratados y cuidados», recalcó.

También reconoció que para los padres de los niños «será suficiente» para zanjar el caso, el día que «salga una sentencia que diga quién fue el culpable», aunque reiteró que la «confianza» con el centro «no se ha quebrado».

Los casos de intoxicación provocaron que cuatro niños de cero a dos años tuvieran que ser hospitalizados el pasado fin de semana tras presentar síntomas de somnolencia, aunque todos ellos ya recibieron el alta médica.

El centro, situado en una urbanización de la zona viguesa de Navia, se mantiene abierto con normalidad, pues únicamente tiene precintada, por orden del Juzgado número 4 de Vigo, el aula de bebés.