El pasaje de un avión a A Coruña acaba en un bus con un chófer ebrio

GALICIA

La Guardia Civil informó a los ocupantes de que el conductor superaba siete veces la tasa de alcohol permitida

15 nov 2009 . Actualizado a las 12:41 h.

Treinta y siete pasajeros del vuelo JK 6474 que volaba de Barcelona a A Coruña el pasado viernes tardaron más de once horas en un viaje que debería llevarles menos de dos, después de que su vuelo fuese desviado al aeródromo de Avilés, debido al temporal que azotó Galicia ese día, y tras ser embarcados en un autobús cuyo conductor acabó retenido por superar siete veces el límite de alcohol permitido. Fueron los propios pasajeros los que dieron la voz de alarma al 112 al ver que el chófer conducía con temeridad.

Según relatan los afectados, cuando fueron informados del desvío de su avión se les indicó que al cabo de una hora quizás pudieran coger otro vuelo, pero finalmente se optó por distribuir a todo el pasaje, de 97 viajeros, en dos autobuses, que circulaban uno detrás de otro.

Debido a los bandazos que daba el conductor del autocar rotulado como de la empresa Roces, y tras la llegada de la Guardia Civil sobre las 23.30 horas, ambos chóferes se sometieron a la prueba de alcoholemia en una gasolinera cerrada en el polígono de Jarrio, en Navia. Uno la pasó y continuó el viaje, pero J.?L.?R.?E., de 51 años y vecino de Avilés, dio positivo, arrojando una tasa de 0,97 miligramos por litro, cuando el límite para los profesionales es de 0,15.

Allí tuvieron que esperar los pasajeros hasta casi las cuatro de la madrugada, acompañados por la Guardia Civil, a que se les enviase otro autobús, con el que llegaron al aeropuerto coruñés de Alvedro a las 6.15 horas. Para paliar la demora, el bus acercó a algunos viajeros hasta el centro de la ciudad.