Educación cree que mantener las jornadas de las escuelas de idiomas sería una negligencia

GALICIA

Reitera que los docentes deben elevar de 13,5 a 18 las horas de clase impartidas

07 oct 2009 . Actualizado a las 02:21 h.

La ola de protestas protagonizada por las escuelas oficiales de idiomas (EOI) contra las ampliaciones de horarios y los recortes de personal llevados a cabo por Educación no han amilanado al Gobierno autónomo, al menos de momento, que ayer insistió en que el personal docente de estos centros trabaja mucho menos de lo convenido, un promedio de 13,5 horas a la semana frente a las 18 horas estipuladas.

El director xeral de Educación, José Luis Mira, manifestó ayer en el Parlamento que sería una «neglixencia» y una «irresponsabilidade» mantener esta situación invariable, pues supondría un «desaproveitamento dos recursos públicos», e incluso llegó a sacar a colación el caso de algunos docentes de las IEO que no importen ni una hora de clase a la semana «cando hai xente interesada» en el aprendizaje de lenguas extranjeras.

Con estas aclaraciones, Mira confirmó su determinación de imponer a los docentes que impartan clases a un grupo más de alumnos a la semana, es decir, a cuatro en vez de a tres, si bien dijo ser consciente de que con estas medidas «é difícil lograr o aplauso público». Ahora bien, también envió un recado: «Nós non estamos aquí para recibir aplausos, senón para tomar decisións».

«Insultar» a los docentes

La exposición del director xeral de Educación fue atacada con acritud por los grupos de la oposición. El socialista Guillermo Meijón acusó a Mira de estar «insultando» al personal docente de las IEO cada vez que dice que algunos profesores no trabajan ni una sola hora a la semana. «Eso molesta», insistió Meijón, antes de reprocharle a Educación que impusiera sus medidas por la fuerza, sin negociar antes la circular de las IEO en la correspondiente mesa sectorial.

La nacionalista Carme Adán coincidió en criticar la política educativa de la Xunta, que en su opinión es «privatizadora, antigalega e reaccionaria», mientras Román Rodríguez (PP) contraatacó acusando a la oposición política de generar «movimientos de axitación» desde las aulas.