Las pesquisas del crimen de Carral se centran en una banda de traficantes

GALICIA

El único detenido se encontraba ayer en la unidad de ingresos de la prisión de Teixeiro

19 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuando se cumplen cuatro días del asesinato de David Pérez, el vecino de la parroquia cambresa de Santa María de Vigo, aún continúan las dudas sobre la autoría y las causas que llevaron a alguien a dispararle un tiro en la cabeza cuando se encontraba, acompañado de un amigo, Horacio Longueira, en el piso de este último, en Carral. No obstante, tanto los cuerpos de seguridad del Estado como la maquinaria judicial continúan con las investigaciones para esclarecer el homicidio.

La posibilidad de la participación de otras personas en el crimen continúa siendo la más manejada por los investigadores, «aún sin descartar que Horacio pudiese estar involucrado de forma directa en el asesinato», indicaron fuentes próximas a la investigación. Los trabajos se centran en el seguimiento de los miembros de un clan con el que Longueira tuvo, «y al parecer aún tiene», contactos para el trapicheo de drogas. Su relación con esta banda ya llevó a prisión en el año 2005 a Horacio Longueira.

Este nexo «coa xente do mundo da droga» también es conocido por los vecinos y familiares de Horacio. Y esta relación parece que hacía agua. «Ultimamente non se levaban moi ben», indicaron estas mismas fuentes.

Es tal la discreción con que se están llevando las pesquisas que ni la familia del fallecido, ni la del único detenido y encarcelado, Horacio Longueira, habían recibido ayer ninguna información sobre el caso: «Non nos dixeron nada, nin se meu sobriño foi o culpable ou se o que aconteceu foi que alguén chegou á casa para matalo a el e quen levou o tiro foi o outro pobre rapaz», narra una tía de Longueira.

Sí trascendió que un miembro de la investigación le dijo a un familiar de la víctima que cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron en la noche del pasado martes al escenario del siniestro, el cuarto B del número 3 de la rúa do Pan, Longueira los esperaba, «muy tranquilo, y le dijo a los guardias que él no había disparado contra su amigo David Pérez, que había sido una tercera persona», contaron fuentes próximas a la familia del fallecido.

Libertad para comunicarse

Y mientras las investigadores tratan de esclarecer los hechos, Horacio Longueira ya pasó dos noches en la cárcel de Teixeiro. Ayer por la tarde se encontraba en la unidad de ingresos, donde pasó un reconocimiento médico, y a la espera de ser examinado por un educador.

El reo entró con un auto de prisión provisional por un presunto delito de asesinato. Sin embargo, Longueira tiene total libertad para moverse por el penal: puede relacionarse con otros presos, no tiene las llamadas intervenidas, e incluso no se le asignó un funcionario específico. Todo apunta a que el presunto homicida pasará en las próximas horas a una celda del módulo 12 del penal.