La explosión en una sucursal de Caixanova en Vigo causa numerosos desperfectos

EFE

GALICIA

El presidente de la Xunta ha condenado el acto y ha asegurado que «Galicia ni comprende ni admite acciones irracionales y fanáticas».

23 jul 2009 . Actualizado a las 21:45 h.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha condenado hoy la colocación de un artefacto en un cajero automático de la entidad Caixanova en Vigo que tuvo que ser explosionado de forma controlada por agentes del Tedax y ha asegurado que «Galicia ni comprende ni admite acciones irracionales y fanáticas».

Tras la reunión semanal del Gobierno gallego, Núñez Feijoo lamentó este tipo de «acciones atípicas» en Galicia en las proximidades de la celebración de las fiestas del Apóstol, unas fechas en las que en años anteriores se han producido acciones similares.

Según explicó el presidente gallego, que agradeció su trabajo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, hay varias posibilidades en la investigación, por lo que la autoría está «sin determinar».

Explosión controlada

La explosión provocada por especialistas de la Policía de un artefacto localizado hoy en el exterior de una sucursal de Caixanova en Vigo causó numerosos desperfectos en el inmueble, como la rotura de algunos cristales y persianas en la fachada y pequeños daños en el exterior de la oficina.

Fuentes policiales informaron a EFE de que la investigación sigue abierta, y en los próximos días se analizarán los restos que contenía la caja depositada en una ventana al lado de la sucursal, en el barrio de O Calvario, con objeto de determinar si realmente contenía algún material explosivo.

Los especialistas en explosivos de la Comisaría de Vigo realizaron la explosión controlada de la caja poco antes de las diez de la mañana, y fue necesario acordonar la zona y cortar el tráfico en la calle durante varios minutos para garantizar la seguridad.

Únicamente se sabe que el supuesto artefacto consistía en una lata de unos 10 por 15 centímetros, y a su lado apareció una nota que ponía «Peligro bomba», colocada en una ventana junto a la sucursal que Caixanova tiene en la confluencia de las calles Aragón y Redomeira.

Tras ser avisados por los trabajadores de la entidad, que descubrieron la caja al llegar esta mañana, los agentes se desplazaron inmediatamente al lugar de los hechos y avisaron a algunos vecinos para que permanecieran en el interior de las viviendas. Otros, sin embargo, estaban durmiendo y no tuvieron noticia de lo ocurrido hasta que se produjo la explosión.

En el último mes se registraron sucesos similares en oficinas de Caixanova en el centro de Cangas, y de Caixa Galicia en el barrio vigués de Sárdoma.