Un empresario de O Barco asaltado en febrero muestra su sorpresa al saber quiénes son los detenidos por la Guardia Civil, que ayer cerró la investigación con siete arrestos
11 jul 2009 . Actualizado a las 02:04 h.Sorpresa y agradecimiento. Esos eran los dos sentimientos que convivían ayer en el empresario Manuel Fernández Blanco tras ser informado por la Guardia Civil del fin de la operación iniciada el pasado 18 de febrero para localizar a los autores de un asalto en su chalé de la localidad ourensana de O Barco.
Aquel día los atracadores esperaron al industrial pizarrero dentro de su finca y, tras amenazarlo con una pistola, un cuchillo y una porra eléctrica, lo obligaron a introducirse en la casa, le ataron de pies y manos y lo amordazaron. Llegaron incluso a amenazarlo con cortarle el dedo de una mano por considerar escaso el botín de 23.000 euros que, entre dinero efectivo y joyas, se llevaron. Manuel fue liberado por su esposa cuando esta llegó a casa, media hora después de la huida de los asaltantes.
Ayer, el empresario se encontraba en Madrid y no quería entrar en grandes valoraciones, «porque ahora falta el juicio y determinar el grado de culpa de cada uno, algo que no me corresponde a mí». Pero sí quiso mostrar su «total agradecimiento a la labor y el tesón de la Guardia Civil durante estos meses para esclarecer el caso. Estoy encantado de que haya acabado».
Aunque Manuel Fernández había sido informado ya de las primeras detenciones el pasado martes, ayer aseguraba que lo que más le conmocionó fue la de dos barquenses en la tarde del jueves. «Me impactó. Son personas de las que nunca me hubiera esperado esto, y a algunos los conozco bien. Conozco de toda la vida a algunos de los implicados», añadió. El estupor que mostraba la víctima del atraco por la identidad de algunos de los detenidos barquenses era también compartido por toda la sociedad valdeorresa.
Seis a prisión
Apenas repuestos del impacto que causó la espectacular detención del propietario de una inmobiliaria -fue arrestado a media tarde del jueves en una céntrica calle de la villa y con un importante despliegue policial-, los vecinos se enteraban de la detención del propietario de una joyería, José Miguel Anta, de 47 años, y perteneciente a una de las familias más conocidas de la comarca. Fue el único de los siete detenidos para quien el juez decretó la libertad, aunque con cargos, a la espera de que se aclare su grado de responsabilidad en la trama, según señalaron fuentes de la investigación.
Para los otros dos detenidos que pasaron ayer por el Juzgado de Instrucción de O Barco -el propietario de la inmobiliaria Inversil, Hugo Prieto, de 29 años, y el vecino de Ponferrada Juan L.?R., de 39 años-, el juez decretó el ingreso en prisión tras haber reconocido ambos su implicación.
Además están en prisión los hermanos Manuel y Roberto Mariano Fernández, también vecinos del municipio barquense, y otros dos ponferradinos: Enrique P. T., de 34 años, e Iván M.?V., de 29. Están acusados de robo con violencia e intimidación.
En el transcurso de la investigación se hicieron varios registros en los domicilios de los detenidos en los que se hallaron elementos relacionados con el caso, según confirmó ayer la Subdelegación del Gobierno. En el caso Aguja-Domus, como se bautizó la operación, intervinieron el Equipo del Crimen Organizado (ECO) de Galicia, el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y agentes del puesto de O Barco.