Las altas temperaturas que se registraron ayer de forma generalizada en Galicia trajeron el primer día veraniego en la comunidad. Como consecuencia de la subida de los termómetros, las playas estuvieron concurridas por aquellos que quisieron aprovechar la jornada para broncearse e incluso no faltaron los que se dieron el primer baño de la temporada.
Los termómetros confirmaron el calor que dominó toda la jornada y que se hizo especialmente patente en las horas centrales del día. En las cuatro provincias las máximas pasaron por encima de los 30°: la absoluta se registró en la ciudad de Ourense, donde se alcanzaron los 34,4°. En A Coruña, Lugo y Pontevedra las máximas oscilaron entre 31° y 32°, pero en prácticamente toda Galicia el tope del mercurio no bajó de los 20°.
La estadística de las temperaturas mínimas también es reveladora del calor que se experimentó ayer. En general, se movieron entre los 12° y los 18°, aunque en algunos lugares del interior de Lugo, como la Terra Chá, descendieron hasta los 5,8°.
Pero donde verdaderamente las mínimas contradijeron a su asociación con tiempo frío fue en las Rías Baixas, en especial en el entorno de Vigo. Los termómetros marcaron 22,5°en el campus vigués, mientras que en Queimadelos y Fornelos de Montes fueron de 20,4° y 20,9°, respectivamente. O Grove también tuvo una mínima de 21,2°.
La coincidencia de estas temperaturas adelantó al viernes las escenas típicas de fin de semana de bañistas en la playa, que previsiblente continuarán hoy y mañana, ya que, a pesar de un ligero incremento de la nubosidad y la posibilidad de lluvias en zonas montañosas, las temperaturas mantendrán registros similares a los de ayer por lo menos hasta el lunes.