Feijoo aplica la rebarbadora

GALICIA

El líder popular carga sobre sus espaldas con las primeras víctimas de relieve al sacrificar a los ex conselleiros de Fraga

25 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Habló el líder del PP ourensano, José Luis Baltar, de la rebarbadora en las generales del 2004, cuando Rajoy perdió por primera vez ante Zapatero y él conseguía uno de los mejores resultados del partido en España. Y en su entorno siguieron haciendo algunas gracias con la peculiar máquina eléctrica un año después, en las autonómicas, cuando una candidatura liderada por Núñez Feijoo perdía dos escaños por Pontevedra, contribuía a desalojar a los conservadores de la Xunta y precipitaba así la sucesión de Manuel Fraga.

Baltar habló una y otra vez de la rebarbadora, que en la política gallega es todo un símbolo depurativo del degüello, pero al final es Alberto Núñez Feijoo quién mejor se está desenvolviendo con la cuchilla. El presidente del PP gallego, al que Baltar le ayudó a ganar el congreso del 2006 al comprobar que Xosé Cuíña no tendría posibilidades de suceder a Fraga, ha tardado exactamente dos años en echarse a las espaldas sus primeras víctimas políticas de cierto renombre al confeccionar las candidaturas electorales. Lo hizo con cautela, mostrándose indolente y manejando bien los tiempos. Y el resultado está a la vista: las listas del PP fueron renovadas en un 56% y a ex conselleiros como Xesús Palmou, José Antonio Orza, Jaime Pita, López Veiga o Aurelio Miras poco más destino le dio que el retiro político.

Especialmente llamativo resultó el sacrificio de Palmou, de 59 años, que en su día tanto contribuyó a dejar a Cuíña fuera de juego para prepararle el camino a Feijoo. El de A Estrada nunca ocultó sus deseos de repetir como diputado otra legislatura por si surgía una nueva oportunidad de retomar la negociación del Estatuto y rescatar del cajón el texto negociado por consenso en una ponencia parlamentaria, en la que el propio Palmou desempeñó un papel capital.

Pero no ocurrió. Como tampoco fueron salvados algunos de los diputados más activos del PP, como el ourensano Roberto Castro, con más de 7.000 iniciativas promovidas en la legislatura, o el compostelano Ángel Bernardo Tahoces, que firmó 691 y desempeñó una labor fundamental en la oposición al plan eólico del bipartito. Feijoo le pagó los servicios encendiendo la rebarbadora -quizás contribuyera el que Tahoces no era querido por Conde Roa-, aunque tuvo la deferencia de decirle en persona los motivos por los cuales no lo incluía en la lista. A los demás sacrificados ni los vio. Bastó una llamada de teléfono.