Los aeropuertos gallegos cuentan con importantes limitaciones que los convierten en menos operativos y obligan a extremar las precauciones, a juicio de los pilotos de la compañía Iberia. Una página web interna que los pilotos de la compañía de bandera española utilizan como foro, guía de viajes, recomendaciones y descripciones técnicas de todos los aeropuertos a los que vuela Iberia destaca las dificultades que las terminales gallegas presentan, especialmente por las incidencias meteorológicas que soportan y la presencia de elevaciones en las inmediaciones de las pistas.
La web, de carácter no oficial, hace especial hincapié en las limitaciones de Peinador y Alvedro, y destaca además en el caso de la terminal coruñesa la escasa longitud de su pista, hasta el punto de que los profesionales de la aerolínea española recomiendan a sus compañeros aprovechar hasta el último metro para realizar sus despegues.
La demanda de una pista de mayores dimensiones planteada desde hace décadas por la ciudadanía herculina es respaldada así por los profesionales del sector, que en su web manifiestan que los aviones «deberán estar con todos los sistemas de frenada operativos, así como el anti-skid y las reversas», ante posibles dificultades en sus aterrizajes y despegues. Los pilotos indican que también es «recomendable el despegue estático». Con ello, los profesionales de Iberia descartan los despegues en movimiento que en otras terminales se llevan a cabo sin que el avión llegue a frenar al terminar la maniobra de alineamiento en la pista. «En Alvedro no se puede desperdiciar ni un metro», constata un piloto gallego para recalcar el escaso margen de error que otorgan los 1.940 metros de longitud de la infraestructura, que en su cabecera 22, la más cercana a la ría de O Burgo es desaconsejada por los profesionales de Iberia.
Ojo al vuelo alto
Los pilotos inciden en que debido al tamaño de la pista, «bastante corta en comparación con las normalmente utilizadas», se tiende a volar alto. Además, recalcan que con vientos del oeste hay que estar en alerta ante una posible turbulencia que podría perturbar la aproximación». Si esta corriente de aire fuese superior a «la ligera», los pilotos de Iberia no tienen duda, «se deberá frustrar la aproximación y no es aconsejable operar en estos casos, cuando el viento supere los 20 nudos». «Si en la corta final la aproximación no está perfectamente estabilizada, mejor frustrar», vuelven a señalar los pilotos para recalcar las dificultades de Alvedro.
De la misma forma, los profesionales de Iberia subrayan la existencia de destacadas elevaciones alrededor de Peinador, que condicionan las maniobras y además «originan muy frecuentemente turbulencias y cizalladura» (fuerte viento discontinuo que cae sobre la pista que provoca un efecto similar al del aquaplaning en los automóviles). Los pilotos advierten además de las perceptibles pendientes que presenta la pista y que son incluso de signo contrario. La falta de una calle de rodadura paralela a la pista es otro de los peros señalados.