Jóvenes gallegos recorren cientos de kilómetros en las noches de marcha

GALICIA

El cansancio y el alcohol son los principales riesgos en los desplazamientos de madrugada

08 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Isto é un descontrol, hai que facer algo. A estrada é a nosa guerra». De esa forma se quejaba hace unos meses una madre que perdió a su hijo una noche de fin de semana en una de las carreteras de la Costa da Morte, una de las comarcas más dañadas por los siniestros de tráfico ocurridos las noches de los viernes y los sábados.

Esa es, evidentemente, la peor versión de un fin de semana en la carretera, pero lo cierto es que son muchos los chavales que salen a las carreteras gallegas para recorrer cientos de kilómetros en busca de diversión. Y eso significa un plus de riesgo porque muchos jóvenes se ponen al volante pese a encontrarse en unas condiciones físicas poco adecuadas para conducir. «Y no solo por el alcohol -explica un experto conocedor de las noches de los fines de semana en la carretera-, ya que muchos conductores de las madrugadas de fin de semana circulan con cansancio acumulado». Esa situación puede dejar en manos de la suerte que ocurra un accidente. Y se producen demasiados en las franjas de edad que predominan en la red viaria gallega durante las madrugadas de los viernes y los sábados.

El riesgo de los accidentes

Las ambulancias del 061 atienden cada fin de semana entre setenta y cien personas que sufren diferentes tipos de lesiones en accidentes de tráfico ocurridos entre viernes y domingo en las carreteras gallegas. Y entre el 30 y el 50% de los conductores y usuarios de vehículos que necesitan atención sanitaria tienen entre 15 y 34 años de edad.

Es la de los jóvenes, por tanto, una preocupación de las autoridades que tienen responsabilidades en la seguridad vial.

«Cada vez se ven más conductores que no beben cuando van en pandilla», dice un policía local acostumbrado a ver a grupos de jóvenes en coches que realizan cientos de kilómetros para divertirse. En muchas localidades no hay otra alternativa que coger el automóvil para poder acudir a una discoteca o a los pubs de moda. Y hay zonas de movida que adquieren una relevancia tal que algunos chicos se desplazan sin miedo a la carretera. El problema es que el cansancio hace mella en los conductores, sobre todo a la vuelta.

De todas formas, los más jóvenes se juegan la vida en más ocasiones de las que pueda parecer. Un informe del Ministerio de Sanidad sobre una encuesta con estudiantes desvela que el 22% de los jóvenes de entre 14 y 18 años reconocen haber subido a un coche conducido por alguien que habían bebido.