Piden 18 meses de multa para una viguesa por denunciar falsas amenazas por móvil de su marido

GALICIA

27 nov 2008 . Actualizado a las 11:13 h.

La Fiscalía pidió ayer 18 meses de multa para la viguesa M.?E.?P. por presentar una falsa denuncia contra su ahora ex marido, a quien acusó de amenazarla de muerte por teléfono y verter contra ella insultos y frases ofensivas el 23 de noviembre del 2007. El matrimonio ultimaba los papeles del divorcio.

La mujer pudo grabar dicha conversación, que duró 18 minutos y tuvo como testigo a la hija común, que traspasó el archivo sonoro desde el teléfono móvil a un cedé. La supuesta víctima de la violencia machista acudió el 3 de diciembre del 2007 al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo a denunciar a su marido y presentó la grabación como prueba de cargo. Pero el juez no oyó frases de amenazas ni vejaciones. La prueba se volvió en contra de la denunciante porque el juez la acusó de presentar una denuncia falsa.

El juicio se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo y algunos juristas consideran que se trata de uno de los primeros procesos contra una mujer por una falsa denuncia de violencia machista.

La acusada alegó que, a causa de los nervios, pudo apagar la tecla de grabación del móvil y algunos fragmentos no quedaron registrados. Puso el altavoz para que su hija, que corrió a su habitación al oírla gritar, fuese testigo de la charla. Insistió en que jamás mintió, que el maltrato psicológico reiterado «es peor que una bofetada» y que es «muy fuerte» poner una denuncia. Mantiene que su esposo la tildó de prostituta, la acusó de acostarse con su cuñado y añadió que la iba a atropellar con un coche o le daría una paliza. «Me asusté y llamé a la policía», dijo.

La hija declaró ayer que su padre había llamado «estúpida» a su madre, aunque no oyó las amenazas de muerte. Y el hombre, que tiene una falta por vejaciones injustas, afirmó que su esposa lo denunció «porque no quise volver con ella». Este admitió que firmó un escrito donde confesaba que la había insultado -«Solo le dije tonta», dijo- y que la amenazó «pero no de muerte». Rubricó el documento incriminatorio porque era el medio de «acabar con esto».