Expulsan a un niño ourensano de una guardería por no estar vacunado

GALICIA

15 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las vacunas contra la hepatitis B, poliomielitis, tétano, difteria, tosferina, enfermedades causadas por el meningococo C, sarampión, rubeola, parotiditis, varicela -y ahora también el papiloma humano-, que se incluyen en la cartilla de vacunación infantil, no son obligatorias, sino solo recomendables.

Así lo corroboran desde la delegación ourensana del Servizo Galego de Saúde, dándole la razón a Cristina Carnero Valencia, una vecina de la localidad de Sandiás que ha optado por no vacunar a su hijo -un bebé de diez meses y medio- porque no cree en la efectividad de estos medicamentos, y que pide que se le readmita en el Punto de Atención Infantil que tiene este concello. El reglamento del centro establece que los usuarios deben tener la cartilla de vacunación al día.

Aunque el bebé lleva seis meses en la guardería, el problema se originó el 4 de noviembre. La encargada avisó a la madre porque el niño apareció con unos granitos, y esta lo llevó al pediatra. «Me dijo que eran por una pequeña infección vírica, similar a una gripe, y que ya no era contagiosa porque solo se contagia durante la incubación», cuenta Cristina. Unos días después, cuando llevó de nuevo al niño al centro, la encargada le dijo que el pequeño no podía entrar porque no tenía la cartilla de vacunación en regla. La madre fue entonces a hablar con la alcaldesa, pero no solo no llegaron a un acuerdo sino que Cristina se queja del trato recibido y lo califica de «despectivo».

La regidora, María Concepción Méndez, niega este extremo y defiende la inclusión en el reglamento del centro del requisito de que la cartilla de vacunación esté en regla, en aras de proteger la salud del resto de usuarios. «Dentro del respeto a las opiniones personales en la vida de cada uno, no debe olvidarse que la Administración puede pedir requisitos para acceder al Punto de Atención Infantil, que tienen que ser respetados por los usuarios y sus responsables, más aún cuando resulta sanitariamente recomendable para todos», matiza la alcaldesa.

La madre argumenta, sin embargo, que si no hay obligación de vacunar, ninguna institución pública puede rechazar a su hijo por no tener esas vacunas y que se interfiere en su libertad personal.

Colegios y galescolas

Esa argumentación es avalada por la Consellería de Educación. El delegado provincial, Gonzalo Iglesias, explica que los colegios no exigen la cartilla de vacunación «e só algúns optan por pedir un certificado que expide o médico dicindo que non padece enfermidades contaxiosas». Según Iglesias, esta práctica es recomendable en el caso de los inmigrantes «porque poden proceder de países con enfermidades para as que os rapaces de aquí non están vacinados, e pode haber risco de contaxios, pero en ningún caso se lles nega a escolarización». El delegado matiza que de producirse esa situación de riesgo, se pone en conocimiento «das autoridades sanitarias competentes».

En Vicepresidencia reconocen que sí se suele pedir la cartilla de vacunación «pero só a título informativo e en ningún caso se contempla o feito de non tela como motivo de exclusión».