El Partido Popular empezó ayer a escribir números en la pizarra para canalizar la oferta de diálogo que le hizo el bipartito en torno a los Presupostos de la Xunta, al reclamarle al PSdeG y al BNG la aprobación de un «plan de austeridade» dirigido a recortar en 120 millones de euros los gastos superfluos de la Administración. La modificación planteada por el PPdeG equivale tan solo al 1,05% del presupuesto autonómico para el 2009 y permitiría liberar recursos adicionales para la inversión productiva y la creación de empleo, según explicó el presidente del partido, Alberto Núñez Feijoo.
El plan de austeridad del PP carga las tintas en los gastos de funcionamiento y en la política de personal de la Xunta, pero mantendría el gasto social en los niveles previstos por el Ejecutivo gallego. «Queremos gastar menos na Administración e máis na xente», subrayó Feijoo, al término de la reunión de su grupo parlamentario, donde también constató que este plan sería tan solo el «primeiro paso» para una reforma más amplia encaminada a transformar la «Administración hipertrofiada» y a superar el gasto burocratizado.
De acuerdo con la propuesta del PP, el mayor ahorro presupuestario se produciría en la política de personal de la Xunta, de la que se retraerían algo más de 43 millones de euros, el 35% del total del plan. Dos millones de euros procederían del tijeretazo que los populares reclaman para el personal eventual de gabinete, que pretenden reducir hasta los niveles del año 2005, cuando Manuel Fraga dejó el timón de la Xunta.
Recorte de personal
Los 41 millones de euros restantes corresponderían al recorte generalizado del gasto en personal propio de la Administración. La regla aplicada por el PP en este caso pasa por mantener el gasto de personal previsto en el 2007, sumándole el incremento del IPC, lo que incapacitaría de facto a la Xunta para aumentar durante el próximo año las plantillas de funcionarios y de personal laboral.
El propio Feijoo arguyó que el plan de austeridad que puso sobre la mesa maneja una partida «importante e prudente», y en consecuencia también «posible», pues solo afecta al 1% del gasto que la Xunta y está exenta, dijo, de demagogias. La iniciativa de la oposición se convertirá en una enmienda a los Presupostos, que serán discutidos en la Cámara el día 24, pero está por ver si socialistas y nacionalistas acabarán aceptando la propuesta.