Seis meses de prisión para una maltratada que negó en el juicio que su marido la arrastró por los pelos un kilómetro

GALICIA

Tras su curación, la mujer, de 56 años de edad, presentó una denuncia ante la policía, en la que relataba «minuciosamente» la agresión sufrida a manos de su esposo.

07 nov 2008 . Actualizado a las 11:55 h.

El Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña condenó a una mujer maltratada a seis meses de prisión y al pago de una multa de 630 euros al considerarla autora de un delito contra la Administración de Justicia. La sentencia da por hecho que esta mujer mintió en el juicio que se siguió contra su marido por malos tratos. Declaró que no la había agredido, y que se inventó la denuncia porque estaba enfadada con él, cuando luego se demostró que su esposo la había arrastrado por los pelos a lo largo de un kilómetro.

El juez recuerda en el fallo que la víctima, el 14 de enero del 2005, se presentó en un hospital con importantes heridas después de que su marido la hubiese arrastrado a lo largo de un kilómetro por una acera en A Coruña. Tras su curación, la mujer, de 56 años de edad, presentó una denuncia ante la policía, en la que relataba «minuciosamente» la agresión sufrida a manos de su esposo.

Víctima y principal testigo

Y llegó el día del juicio, el 14 de septiembre del 2006. En el banquillo se sentó su esposo, José Tarrío Maneiro, quien negó los hechos que le imputaban y por los que el fiscal pedía una pena de prisión. Tras escuchar las partes la versión del imputado, entró en la sala la esposa, víctima y principal testigo de los hechos. Podía no haber testificado, pues la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite a los familiares directos de los reos acogerse al derecho de no declarar.

Pero quiso hablar bajo juramento de decir la verdad. Y dijo que su esposo no la agredió: «Solo me cogió un poquito por los pelos, pero sin llegar a arrastrarme». Manifestó no saber cómo se produjo las lesiones que constaban en el parte médico. «A lo mejor me caí», añadió. Entonces, la fiscala le preguntó por las contradicciones de lo declarado en el momento de la denuncia y en la instrucción del caso con lo relatado en el juicio, a lo que la mujer respondió que todo aquello era mentira, que pudo haberlo dicho porque estaba enfadada con su esposo en aquellos momentos.

El juez no la creyó, condenó a su marido y abrió un procedimiento por un presunto delito de falso testimonio contra la mujer, que de víctima pasó a acusada, sentándose en el banquillo el 14 de septiembre del 2006. No llegó a declarar. Asumió la culpa y su letrado negoció con el fiscal una reducción de pena, que en un principio era de un año de prisión.

Mintió para ayudar al marido

Tras reconocer que mintió para ayudar a su marido, el juez la condenó a seis meses de prisión y a la multa correspondiente, «al tratar de perturbar el normal funcionamiento de la Administración de Justicia».

Si la mujer fue condenada, su marido ya lo estaba. Cuando el procesado recibió la sentencia que lo condenaba por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, recurrió a la Audiencia Provincial, pero ese tribunal también lo castigó.