Los nietos de emigrantes empujan a sus padres a adquirir la nacionalidad

GALICIA

El censo exterior gallego se dispara por la promesa de que la tercera generación obtendrá la ciudadanía

16 oct 2008 . Actualizado a las 21:21 h.

La intención del Gobierno español de aprobar antes de final de año el reglamento para que los nietos de los emigrantes puedan adquirir la nacionalidad española, está propiciando que el censo electoral de residentes ausentes (CERA) se haya disparado en lo que va de año por encima de lo registrado en el resto de ejercicios de la presente década. La condición de que solo obtendrán la ciudadanía española los miembros de la tercera generación de emigrantes cuyos padres vivos cuenten con dicha nacionalidad, está haciendo que muchos hijos de la diáspora que no habían pensado hacerse españoles, lo hagan ahora para permitir a sus descendientes lograr la misma condición en cuanto se desarrolle el reglamento.

Hasta septiembre fueron 8.034 las altas registradas en el censo exterior de las cuatro provincias gallegas, cifra inédita en la década actual y que supone un incremento del 2,46% en el numero de emigrantes con derecho a voto. El CERA gallego había crecido en el 2002 entre enero y agosto en 4.266 personas, en 5.953 un año después, para frenarse en el 2004 al aumentar solo 1.351 nuevos residentes y caer después con la depuración del censo efectuada en el 2005 en 2.200 integrantes. Hace dos años, con las primeras especulaciones sobre la ampliación de la nacionalidad a la tercera generación de emigrantes, el registro de posibles votantes desde el extranjero llegó a crecer en 6.270 personas, pero en los ocho primeros meses del 2007 volvió a la normalidad haciéndolo en 4.830 casos.

Expectación en Cuba

Cuba es el escenario donde porcentualmente mayor está siendo este año la avalancha de petición de reconocimiento de la ciudadanía española. Y es que aunque hoy son 11.801 los gallegos allí censados, el número de emigrantes y descendientes sin vinculo censal multiplica varias veces dicha cifra. La emigración gallega en Cuba es la más anciana de toda la diáspora de la comunidad y también hasta ahora una de las menos preocupadas por contar con la doble nacionalidad. El nacionalismo cubano y la burocracia del país caribeño sumada a la de la delegación española en la isla hacían que el proceso de concesión de la ciudadanía española se demorase hasta ahora en tres años de media, frente a los seis meses de países como Argentina.

Esa circunstancia parece haber cambiado hasta el punto de sumar este año 2.135 altas frente a las 743 del mismo período del año anterior. También ha crecido en Argentina, que con 3.600 casos de enero a septiembre sigue siendo el país donde se registran más altas año tras año.

Mientras, otros focos de la emigración gallega con un censo más actualizado como Uruguay, Brasil y Venezuela crecen a menor ritmo que en el 2007, la crisis y el continuo proceso de retorno está haciendo que los destinos clásicos europeos no dejen de ver descender su colonia gallega. Alemania tiene hoy 207 gallegos menos que en enero y Suiza 186. Crece en cambio la presencia en países lejanos, hasta el punto de que los 333.300 emigrantes gallegos se reparten por 127 estados, cinco más que el pasado año. Djibouti, Laos, Trinidad y Tobago, Lituania y Croacia tienen ya representación gallega, fundamentalmente por la expansión de empresas españolas.