«Llevo un año con este fraude y aún no tengo ni los papeles del coche»

Paula S. Fontáns

GALICIA

Un santiagués compró un vehículo de importación en un pequeño taller de Ames con 45.000 kilómetros, pero en realidad eran 200.000, según la casa oficial

04 oct 2008 . Actualizado a las 13:16 h.

La idea era vender su Renault y comprar un precioso Audi A6 Avant con motor 2.5 TDI. Pero dice que lo estafaron. Juan José Gil conocía al dueño de un pequeño taller de Milladoiro, quien le ofreció el citado coche por un precio de 27.000 euros. «El vehículo lo trajeron de Alemania con 45.000 kilómetros, o eso ponía en la pantalla», explica. Como eran viejos conocidos, Juan decidió vender su Mégane para así poder adquirir el nuevo. Sin embargo, la operación resultó ser todo un fraude, similar al que investiga la Guardia Civil en más de cien talleres y concesionarios gallegos que supuestamente trucaron los cuentakilómetros de coches antes de venderlos.

Juan explica que «a los dos días el coche hizo un ruido raro y lo llevé al taller», en donde fue necesario cambiarle la rótula de dirección porque estaba dañada. Él y su esposa estaban muy contentos con el coche nuevo, pero días más tarde «volvió a hacer otro ruido y lo llevamos a la Audi porque no nos parecía normal». En el taller oficial les cobraron 500 euros por realizar un estudio de cuál era el estado real del vehículo. «Me vendieron un coche con 45.000 kilómetros y en realidad tenía más de 200.000», explica Juan indignado. En la hoja del concesionario se detallaban todos los fallos del coche y «costaría 12.000 euros arreglarlo». «Cuando supimos esto nos pusimos en contacto con el dueño del taller, pero sus palabras fueron ''acuérdate: yo no te vendí nada''», comenta Juan. Después de varios días de protestas y llamadas, el dueño del taller acabó confesando: «El coche lo había traído de Alemania un intermediario de Miño», dice el afectado. Juan consiguió su teléfono y contactó con él, pero este al darse cuenta que estaba hablando con el dueño del coche «colgó y ya no volví a localizarlo».

Además de la estafa de los kilómetros, el coche nuevo de Juan sufrió «un golpe impresionante» en el lado del conductor, algo que se observa a simple vista porque, como él afirma, «está torcido de ese lado y si giras en redondo es como si se deshiciese el coche». El comprador ya percibió este detalle antes de adquirirlo, pero su conocido del taller le explicó que «el coche era de una prima de Alemania y estaba torcido porque había pisado una arqueta», indica.

Pero hay más. «Llevo un año con este fraude y todavía no tengo ni los papeles», dice Juan. Cuando adquirió el Audi, el nuevo dueño fue a la gestoría en la que debía recoger los documentos que certificaban que el coche era suyo, pero al llegar allí su sorpresa fue máxima. «El de la gestoría le había dado la documentación al intermediario, que la había ido a recoger unos días antes», explica. Como no sabía qué hacer, «porque no podía andar en un vehículo sin papeles», Juan se dirigió a la Guardia Civil y expuso su situación. Juan indica que «ellos mismos llamaron a la gestoría y le recriminaron haber entregado la documentación de un coche a una persona que no era el dueño».

Ante este panorama, Juan y su mujer se vieron obligados a frenar la venta de su vehículo anterior «y ahora tenemos que pagar los dos coches y no hay nadie que se responsabilice», comentan afectados por toda la situación en la que están metidos. Su intención es dar a conocer el caso «a raíz de todo lo que se publicó estos días» e intentar buscar una solución, aunque creen que «es difícil porque nadie se hace responsable y además supone otro gasto muy elevado», comentan. Juan no se puede creer lo ocurrido.