Las universidades critican que cuanto más activas son, más se arruinan

GALICIA

03 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Cuanto más activa es una universidad, más se arruina», «es un despropósito utilizar la variable alumno matriculado para la financiación» o «hay una gran cautividad del rector a la clientela interior». Con frases como las anteriores se despachó el coordinador del famoso informe La universidad española en cifras , Juan Hernández Armenteros, al abordar en Santiago el modelo de financiación de las universidades.

Este informe, de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), se realiza bianualmente y constituye una de las referencias básicas para conocer el funcionamiento de los modelos económicos de las instituciones de educación superior. Armenteros, que fue gerente de la Universidad de Jaén durante 14 años, asegura que en estos momentos la Universidad está bien financiada para dar una formación de grado. «Pero las otras actividades, posgrado o investigación, nunca se han contemplado en el modelo de financiación, por lo que aquellas universidades que tienen presencia en estos dos ámbitos se encuentran con más dificultades», indicó.

Las instituciones que más se esfuerzan en investigar, añadió Armenteros, «lo tienen que pagar con los recursos que reciben para la actividad financiada, y eso les genera una situación de mayor presión». En Galicia, explicó el coordinador del informe de la CRUE, esto le afecta más a la Universidade de Santiago, «y al no tener una financiación directa para esto, en comparación están peor situadas financieramente». Armenteros recordó que cuánto más activa es una universidad más se arruina, y aludió a una frase conocida en círculos académicos: «La universidad que investiga tiene garantizada su ruina».

Respecto al modelo gallego de financiación universitaria, Armenteros echó un capote a las críticas que estos días han realizado los rectores gallegos, al asegurar que «Galicia no tiene modelo de financiación. El modelo gallego está condicionado a los ingresos que recibe la Xunta [se vincula a las operaciones no financieras], por lo que no aporta ni objetividad ni certidumbre, que es lo que debe tener un modelo». Es decir, este economista apunta que las universidades deben tener la certeza de lo que van a recibir, y no depender de si los ingresos de la Xunta crecen o no.

De todas formas, el coordinador de La universidad española en cifras (cuya nueva edición se presentará en diez días) fue también duro con los responsables universitarios. En primer lugar, señaló que el reparto de títulos en las universidades se hizo «por presión interna» y no con un análisis riguroso; criticó el modelo de incentivación de la investigación mediante sexenios, que premia que se investigue, pero no los resultados o si se trata de una investigación eficaz; y, finalmente, cuestionó también que se financie a las universidades por alumnado matriculado, lo que fomenta la ineficiencia (si un alumno tarda diez años en terminar una titulación, la institución obtendrá más dinero por él de la Administración que si tarda cinco).

Armenteros apostó por un modelo en el que la Administración educativa se comprometa con las universidades en función de indicadores de calidad que cumplan estas instituciones. «No puede ser café para todos», añadió.