Fomento encarga un estudio sobre el trazado de la autovía A Coruña-Vigo

GALICIA

30 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La autovía con la que la Xunta sugirió al Gobierno central unir A Coruña y Vigo antes del final de la próxima década como alternativa gratuita a la autopista del Atlántico, ha comenzado a dar sus primeros pasos en el Ministerio de Fomento tras haberse encargado un estudio sobre su posible trazado. El encargo, realizado a los técnicos del departamento que dirige Magdalena Álvarez, se centra en definir la conveniencia de aprovechar prácticamente la totalidad de la carretera nacional 550, que discurre entre A Coruña y Tui, pero sobre todo en que el futuro vial pueda recorrer cada una de las variantes y circunvalaciones que se han hecho o están programadas en los núcleos de población más habitados del itinerario entre las dos mayores ciudades gallegas.

«El proyecto no está tan verde como pudiera parecer, porque ya está interiorizado en el ministerio, ya que los técnicos están a favor de ese desdoble para poder restar tráfico a la autopista del Atlántico», razonan fuentes de Fomento. El estudio del que parte el Ejecutivo central asume en parte el trazado propuesto por la Xunta para el corredor gratuito que este mismo año Emilio Pérez Touriño consideró que puede llegar a ver la luz «a medio plazo».

Por la N-550

Según las fuentes consultadas, tras partir de la A-6 a la altura de Cambre, el vial discurriría sobre la actual N-550, aprovechando las variantes de Ordes y Sigüeiro para llegar a Santiago por la autovía de Lavacolla. La circunvalación de la capital de Galicia haría coincidir, en principio, la AP-9 y la nueva autovía, por lo que se antoja más que necesario dotar de un nuevo carril más en cada sentido a la autopista para evitar su colapso a su paso por Compostela.

A partir de ahí, Fomento traza un dibujo de la autovía diferente al planteado en su día por la Xunta. En lugar de seguir sobre la carretera nacional, el ministerio considera que sería mejor aprovechar la autovía Santiago-A Estrada, la A-59, en construcción y ya prácticamente concluida en su primera fase hasta Pontevea (Teo), tras solaparse a lo largo de dos kilómetros por la autopista Santiago-Dozón. La variante de A Estrada, así como las de Cuntis y Caldas de Reis, serían integradas en la nueva autovía para llegar después a Pontevedra, donde la autovía enlazaría con la proyectada A-57, que en uno de sus ramales concluirá en O Confurco (O Porriño) y el otro en las inmediaciones del aeropuerto de Vigo.

Trabajo adelantado

«Sumando todas las variantes nos encontramos con que tendríamos bastantes kilómetros hechos de esa autovía entre A Coruña y Vigo, que además serían los más complicados por su cercanía a núcleos de población. Solo nos quedaría unificarlos y dotarlos de las mismas características y construir los tramos intermedios», concluyen los testimonios de las fuentes de Fomento consultadas, que incluso estiman que dicha obra podría realizarse por fases.

La Xunta aboga por aprovechar igualmente en el citado proyecto las variantes de los municipios más poblados, aunque al final resulte un vial con más kilómetros que la propia autovía o la nacional 550. Desde el Ejecutivo gallego se considera que la autopista AP-9 daría una alternativa más rápida a quien esté dispuesto a pagar su peaje, mientras que la autovía permitiría por su parte «unha viaxe cómoda e gratuíta, ao tempo que permitiría dividir tráficos», señalan desde la Consellería de Política Territorial.