Alumnos de primaria del colegio de Portosín se quedan sin clase porque no tienen maestro

GALICIA

24 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Aunque podría ser un sueño para muchos alumnos, los niños de primero de primaria del colegio público de Portosín están cansados de jugar durante las clases. Ellos no pueden aprender Lengua Española, Lingua Galega, Matemáticas ni Coñecemento do Medio porque la Consellería de Educación ha decidido que la plaza del tutor de su grupo no era necesaria.

Durante las primeras semanas de clase, los maestros de Música, Educación Física, Religión e Inglés se han estado haciendo cargo de este grupo de quince críos. Sin embargo, solo están capacitados para impartir los temas de su especialidad, por lo que a la hora de aprender a sumar, o a distinguir cuál es el sujeto de una oración, los pequeños se ven obligados a ver vídeos o enredar con algún juguete que se han traído de casa.

Si esta situación es irregular, más lo es que la comunicación de la consellería sobre la supresión de esta plaza llegase cuatro días después de que el centro hubiese abierto sus puertas. De hecho, la dirección del colegio explicaba ayer que ya en febrero pasado se había solicitado un nuevo maestro, que la vacante fue adjudicada en el concurso de traslados y que se esperaba que el docente se incorporase el día del inicio del curso. Toda la programación de este año se había organizado contando con esta plaza.

Como el pasado 11 de septiembre nadie apareció por la escuela, los responsables del colegio dieron parte a la Delegación Provincial de Educación de que el nuevo maestro no se había presentado. La sorpresa llegó cuatro días después, cuando la consellería les explicó que la persona asignada al puesto había conseguido plaza para la enseñanza secundaria, y que no había sustituto. «Tamén dixeron que se o ano pasado os horarios se organizaran ben sen este mestre, pois este ano tamén tiña que ser factible», asegura Ana León, presidenta de la asociación de padres de alumnos de este colegio.

El enfado tanto de los progenitores como del equipo directivo del centro fue monumental. Lo que dicen no entender es cómo no se había buscado un sustituto para esta plaza, ni por qué la consellería cambió de opinión al respecto de la incorporación de un nuevo docente.

Reorganización

Ahora, el equipo del colegio de Portosín trabaja contra reloj para crear un nuevo cuadro de horarios que, por desgracia, irá en detrimento del resto del alumnado.

«Os profesores de Música e Educación Física, ao ter poucas horas, ían encargarse de dar clases de apoio aos rapaces con máis necesidades», comenta Uxío Francisco, director del centro. Pero lo de los desdobles se acabó, porque estos docentes llegarán al tope de 23 horas de clase con la reorganización horaria. El perjuicio, tristemente, volverá a caer sobre los que menos culpa tienen: los niños.