Los entierros, solo en automóvil

LUGO CIUDAD

El párroco de la villa lucense de Quiroga desata la polémica al reclamar a los feligreses que no acompañen a pie las comitivas fúnebres

14 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En la villa lucense de Quiroga está levantando polvareda una nueva norma impuesta por el párroco Manuel Cardenal, quien pidió a los vecinos que no acompañen los entierros a pie, argumentando que esta práctica tradicional entorpece el tráfico, y les recomendó que en tales ocasiones se sirvan del coche para acudir a la iglesia y al cementerio. Desde que dio esta orden se han celebrado en Quiroga dos entierros, pero los vecinos solo la acataron la primera vez. En el segundo caso la gente acompañó a pie el cortejo, que recorrió las calles sin la presencia del sacerdote.

El gobierno municipal niega que los cortejos fúnebres al estilo de siempre supongan un obstáculo serio para el tráfico. «No sé por qué el párroco tomó esa decisión, porque no hay ningún problema de circulación por ese motivo», afirma el alcalde, Julio Álvarez. Lo mismo dicen en una de las funerarias locales: «Este es un sitio pequeño y hay suficientes vías alternativas para tomar cuando un entierro recorre el centro del pueblo». Dicen además que «si hay alguna interrupción del tráfico no dura más que unos minutos».

El párroco anunció la medida en varias ocasiones -durante las misas y en un acto fúnebre en un tanatorio- y entonces, según explican en dicho establecimiento, «nadie se atrevió a replicar a causa de ese respeto que sigue teniendo mucha gente por el clero, pero todo el mundo se está quejando». Y añaden que «en teoría, según el cura, la nueva norma fue consensuada con el pueblo, pero el malestar está ahí».

Ante esta situación, los responsables de la mencionada funeraria han optado por preguntar su parecer a los parientes del difunto. «Si la familia quiere que haya acompañamiento a pie, nosotros lo haremos así, porque están en su derecho a sentirse arropados por sus parientes y vecinos en esos momentos. Lo que no sabemos es cómo responderá entonces el párroco, porque parece que sigue en sus trece y también está en su derecho a no acompañar la comitiva si no quiere», explican.

Litigio antiguo

La opinión del sacerdote a este respecto no se conoce, porque ayer no respondió a las repetidas llamadas telefónicas que se hicieron a su domicilio desde este periódico. Manuel Cardenal lleva muchos años como párroco en la villa, donde a mediados de la pasada década mantuvo un intenso litigio con el Ayuntamiento a causa de unas obras en una vivienda de su propiedad que, según el gobierno local, invadían espacio público. El párroco llegó a interponer una querella contra el Ayuntamiento por tal motivo, pero no pudo impedir que fuese derribado un muro que había construido para cerrar la finca.