El caos en el servicio castiga a la Costa da Morte

Luisa Gutiérrez

GALICIA

04 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Desde que Aucasa, Monbus y Vázquez se hicieron cargo de las líneas de bus de la Costa da Morte, tras la segregación de la compañía Arriva hace algo más de un año, el transporte público se ha convertido en una pesadilla para turistas y vecinos de esta comarca gallega. Cuentan los lugareños que los problemas surgieron a raíz de la desaparición de Transportes Finisterre, la compañía que hace más de tres decenios logró unificar las líneas de la zona.

Ahora, al continuo recorte de líneas hay que sumarle la falta de coordinación entre las empresas lo que ha provocado en los últimos años un creciente malestar entre los usuarios. Realizar el trayecto A Coruña-Fisterra supone, si las cosas van bien y el tráfico es fluido, más de tres horas de viaje, trece paradas y un transbordo en mitad del camino que, dependiendo de la coordinación entre conductores, puede alargarse hasta media hora. Ciento diez kilómetros al módico precio de unos 22 euros, IVA incluido.

Encontrar información gráfica sobre los trayectos y sus horarios se ha convertido en otra de las pesadillas de los usuarios, ya que al haber tres compañías operando en la misma zona los viajes cambian continuamente sin dar tregua a los vecinos.

Perder el tiempo

Germán Martínez Traba es un fisterrán que trabaja en Santiago. Este joven sabe que cada vez que visita a su familia pierde alrededor de unas tres horas siempre y cuando el trayecto lo realice por semana. Los sábados, si cabe, las cosas se complican más. «Lo que no puede ser es que la línea Santiago-Fisterra tenga que pasar por Noia, Muros o Carnota», dice Martínez Traba. El problema, según el fisterrán, es que como cada semana opera una firma diferente y cambia el conductor, al final el usuario tiene que pelearse por conseguir la información.

A él le toca hacer transbordo en Baio, en donde puede llegar a esperar una hora. Si llueve sabe que se mojará, pues las marquesinas son otra de las asignaturas pendientes de la Costa da Morte.