Detenido un gerente vigués por espiar por Internet a su ex socio

E.?V.?P.

VIGO CIUDAD

30 jul 2008 . Actualizado a las 02:23 h.

Un empresario vigués fue arrestado por espiar, supuestamente, a su ex socio al introducir dentro de su ordenador una especie de virus espía, conocido como troyano, que le informaba de su cartera de clientes, movimientos de cuentas y otros datos confidenciales.

Todo empezó hace más de un año cuando Roberto C.?B., un empresario de Vigo de 32 años, rompió su relación laboral con su socio que tiene varias empresas relacionadas con las reparaciones urgentes del hogar. El sospechoso fundó otro negocio en el mismo sector que hacía competencia directa al ex socio.

Tiempo después, la víctima recibió un correo electrónico de un proveedor que le remitía una factura. Al abrirlo, el documento apareció en blanco y el empresario se olvidó del asunto. La víctima ignoraba que acababa de instalar automáticamente un troyano en su disco duro. Estos programas espía funcionan como el caballo de Troya: entran desapercibidos en territorio enemigo y controlan la máquina sin que el dueño se entere.

El troyano comenzó a obedecer las órdenes. Cada nueve minutos enviaba al correo de su programador un informe con valiosos datos de la empresa rival. El espía industrial accedía, sin moverse de su despacho y de forma fraudulenta, a los listados de los clientes y proveedores de su competidor, así como a las contraseñas de sus cuentas bancarias on line, correos privados e información privilegiada de las operaciones comerciales.

Los informes del troyano llegaron puntualmente durante meses al espía industrial. Esa información privilegiada le permitía, teóricamente, adelantarse y lanzar contraofertas a mejores precios para robarle clientes a su competidor. La ventaja de este juego sucio surtió sus efectos. La facturación de la víctima cayó en picado y la pérdida de clientela fue evidente. Algo pasaba.

Hace un año, el afectado se dio cuenta de que un pirata informático había accedido a sus cuentas de correo electrónico y a cuentas bancarias de las que era titular. El perjudicado pidió ayuda a los agentes del Grupo de Seguridad Lógica de la Brigada de Investigación Tecnológica de la comisaría general de Policía Judicial. Los expertos, en colaboración con agentes de Vigo, rastrearon los equipos informáticos de la víctima y descubrieron que estaban infectados.

La policía tiró del hilo hasta dar con el gerente de otra empresa del mismo sector, a quien le incautó tres ordenadores en los registros de sus naves, una de ellas en la calle Llorente de Vigo. La policía le acusa del delito de descubrimiento y revelación de secretos.