«¿Y por qué no?». Así respondió el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, a la pregunta sobre la posibilidad de que la Xunta llegase a dirigir a la Guardia Civil de Tráfico dentro de un nuevo marco competencial. El propio conselleiro lo había explicado antes a un auditorio formado mayoritariamente por representantes de los sectores policial y judicial que acudían al curso de verano Nuevas formas de delincuencia , que organizó la UNED en A Coruña con el patrocinio del Ministerio del Interior.
Méndez Romeu explicó que los nuevos delitos a los que se enfrenta la sociedad hacen necesaria una modificación del marco de respuesta policial. Dijo que eso lleva a los poderes autonómicos a plantear «la necesidad de cambiar el marco de respuesta policial en nuestro país. O dicho de otro modo, a la creación de instrumentos policiales propios que permitan contribuir a la mejora de los índices de seguridad».
El conselleiro quiso contextualizar esa demanda en la situación actual. « No hablamos de 1980, al principio del desarrollo constitucional, ni de modificaciones del marco policial basadas en demandas políticas de mayor autonomía, modelo de Cataluña, con los Mossos d' Esquadra, o del País Vasco, con la Ertzaintza». Matizó que se refería a un modelo para una sociedad «como la de la España del 2008, donde tenemos índices de seguridad magníficos», gracias, aseguró, al modelo judicial y policial actual. Por eso insistió en que «nadie plantea la modificación del marco de la seguridad ciudadana». Lo que se propone, aclaró, es disponer de instrumentos propios de respuesta en el ámbito de la competencia de las autonomías para hacer frente a los delitos especializados de los que son competentes las autonomías. Se refería a los delitos relacionados con el desarrollo urbanístico y con aspectos laborales, como las contrataciones fraudulentas y la restricción de derechos de los trabajadores inmigrantes. Y a la seguridad vial. Explicó que ahí las comunidades plantean la modificación del modelo de la ley de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, vigente desde 1985. «Y solo hay tres posibilidades», dijo Méndez Romeu. La primera, «que personalmente a este conselleiro le parecería magnífica», sería la de desarrollar el actual modelo de colaboración, como el de las unidades adscritas de la Policía Nacional que ya existen en varias comunidades, entre ellas Galicia.
Explicó que ese modelo podría extenderse, «sin ruptura alguna de la unidad orgánica», a la Guardia Civil de Tráfico. «Sería un modelo posible, mantener la estructura orgánica del cuerpo estatal y transferir la competencia del mando funcional. Una solución sencilla, fácil de implementar y que no causaría problemas», concluyó.