Un carné de identidad válido durante casi ochenta siglos

S.?G.?R.

GALICIA

Jesús Ramón Souto, un jubilado de Baio, acaba de renovar su DNI. No tiene que preocuparse por volver a hacerlo, salvo que viva hasta el año 10000

26 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Válido hasta el 1 del 1 del año 9999». Casi ochenta siglos de nada, del XXI al C. Como en el 8000 antes de Cristo, pero hacia adelante. Esa es la fecha de caducidad del DNI del industrial de Baio Jesús Ramón Souto García, de 73 años, que ha renovado recientemente, el día 10 de este mes. Nunca se vio en otra igual. Algunos de sus amigos, a los que enseñó el nuevo y flamante documento, tampoco, y ya han aprovechado para destilar la fina ironía: «Polo ano, non pasa nada, pero a quen se lle ocorre poñer o 1 de xaneiro, que ese non é día para facer nada». A Jesús, realmente, le da igual. «Eu, por min, está ben. Total, ese tempo non o vou a botar. Bueno, nin ese tempo nin a metade». Y a continuación echa cuentas y corrige: «¡Nin a cuarta parte!». Es, a otra escala, como el viejo chiste que se le atribuye a Carl Sagan al respecto de un espectador que escuchaba a un conferenciante hablar de la desaparición de la Tierra. Angustiado sobre el momento en que ese suceso se produciría, preguntó acongojado si sería en 5.000 millones de años. Respiró aliviado, porque había entendido solo cinco millones.

Pues no, Jesús no debe preocuparse, porque ni siquiera vivirá la cuarta parte de esos 8.000 años pendientes. Además, aunque lo hiciese, para entonces el carné de poco le serviría.

Jesús, un hombre tranquilo, que fue presidente del club de fútbol del Baio, no le da mayor importancia al asunto, pero lleva el carné con él como si fuese una estampa. Igual que otros enseñan las que llevan en la cartera a los amigos o a los devotos, o también hay quien muestra las fotos de la familia, Jesús lo que muestra es el carné. Es una pequeña atracción cotidiana, de esas que dan para alternar la conversación igual que se habla de la victoria de España ante Rusia.

La curiosidad tiene un origen informático, como casi todo lo que ocurre en el moderno mundo administrativo. Una portavoz de la Policía Nacional desmitifica la futurista fecha de caducidad del documento y la aproxima al presente. Señala que, por regla general, a las personas mayores que ya no necesitan renovar el DNI se les suele poner como límite una fecha que elige el programa informático correspondiente, de forma aleatoria, y que debe superar, con mucho, la fecha actual. De ahí que el 9999 sea la más indicada para los cuatro dígitos. «No tiene mayor importancia», señaló la portavoz de la Policía Nacional. Antiguamente, lo que más se solía poner era lo de «no necesita renovación» o «sin caducidad». Pero la modernidad es lo que tiene.