El jefe de máquinas de la fragata «Extremadura» fue advertido de las señales de peligro en el buque
GALICIA
El que era jefe de máquinas en la fragata Extremadura cuando explotó una de sus calderas y mató a dos tripulantes, en Ferrol, fue advertido de que había señales de peligro. Se trata del teniente de navío Pablo Varela Sánchez, que prestó declaración al día siguiente del siniestro, testimonio que fue remitido por el almirantazgo de la Flota al Juzgado Militar Togado Territorial 41, de A Coruña, que instruye la causa. El oficial indica que no se encontraba en el buque en esos momentos, pero que durante la jornada anterior había dado instrucciones para proceder al arranque de las calderas, de cara a una corta salida que tenía fijada la fragata por aguas próximas a Ferrol.
Pablo Varela declaró que la maniobra se inició sobre las cinco de la tarde del 18 de diciembre, porque lleva varias horas adquirir la presión de vapor suficiente. No obstante, sobre las once de la noche un suboficial mecánico lo llamó por teléfono para advertirle de que los análisis de la caldera de popa daban un alto índice de contaminación por cloro, una de las señales de peligro establecidas en los reglamentos. Asegura el jefe de máquinas que se llegó al 1,6, como quedó reflejado «en las tablillas de análisis que se encuentran en el barco».
La caldera de proa dio también contaminación. Por ello, añadió, dispuso algunas órdenes. Pasada la medianoche, el oficial recibió una nueva llamada para comunicarle que los niveles de contaminación habían aumentado todavía más. La inspección visual, sin embargo, no observó fuga alguna.
Dispuso de nuevas órdenes al suboficial, pero, añadió en su declaración, nada supo de nuevo hasta que a las dos y media de la madrugada recibió una nueva llamada del oficial comandante de la guardia que le indicó que había reventado la caldera y que no se podía entrar en la sala de máquinas, anegada de vapor.
Cuando llegó al buque, atracado en el Arsenal Militar de Ferrol, estaban ya los bomberos.