Las viviendas que se construyan desde el día 17 deberán ser más amplias y accesibles

GALICIA

09 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El sector inmobiliario gallego tendrá que hacer frente en plena crisis a la revolución que conllevan los nuevos requisitos establecidos por la Xunta para mejorar las condiciones de habitabilidad y accesibilidad de las viviendas que se construyan. La entrada en vigor, el próximo día 17, de las Normas do Hábitat Galego obligará a los promotores a edificar pisos más amplios, con estancias, pasillos y puertas más espaciosos, mayor altura entre el suelo y el techo, más luz natural e instalaciones que los hagan más sostenibles, como paneles solares y dispositivos para recoger, tratar y reutilizar aguas pluviales y procedentes de lavabos y duchas.

El primer cambio radical que incorporan los parámetros que deberá observar el constructor para obtener la licencia de primera ocupación estriba en el aumento de la superficie mínima de los pisos. Galicia da la espalda a los minipisos dibujados en el arranque de la pasada legislatura por el Ministerio de Vivienda y eleva el espacio disponible de 26 a 40 metros cuadrados. Las Normas do Hábitat borran así del catálogo gallego de «soluciones habitacionales» los estudios de menos de 30 metros que permitía el decreto de habitabilidad de 1992, al que sustituyen. Esa apuesta por mejorar la confortabilidad de los inmuebles se traslada al incremento de las dimensiones exigidas, con las que Vivenda generaliza el concepto de piso accesible. Así, para fijar las dimensiones mínimas, tanto en los lugares comunes del edificio como dentro de la vivienda, el departamento de Teresa Táboas ha usado como referencia el espacio necesario para que pueda desplazarse una persona en silla de ruedas.

Los pisos de una habitación deberán distribuirse en una sala de estar y cocina de 21 metros cuadrados, frente a los 16 que se exigían hasta ahora; un dormitorio independiente de 12, un baño de 5 y una zona especial para lavadero de 2 metros, que incluirá un tendedero en un patio que estará cubierto pero sin cerrar en su totalidad, para permitir la ventilación natural. En los pisos de dos habitaciones, la superficie mínima del salón-cocina será de 23 metros cuadrados, que aumentarán a 27 en los de tres dormitorios y a 29 en los de cuatro. La dimensión de las habitaciones dobles pasa de 10 a 12 metros cuadrados, y la de las individuales, de 6 a 8. Los cuartos de baño tendrán que disponer de un mínimo de 5 metros, frente a los 2 actuales.

Más confortables y sostenibles

Los pasillos crecen a lo ancho (de 85 centímetros pasan a 100) y, con el mismo criterio, las puertas ganan en anchura (de 70 a 80 centímetros) y altura (de 2 metros a 2,10). Los cambios orientados a hacer más confortable la vivienda incluyen la elevación de los techos, que pasarán de 2,50 a 2,70 metros de distancia del suelo. También aumentan las exigencias de aislamiento térmico, acústico y de impermeabilización del edificio.

En aras de mejorar la accesibilidad, la nueva normativa obliga a que el ascensor tenga amplitud suficiente para alojar una silla de ruedas y que pueda detenerse en todas las plantas del edificio, incluidas las de los garajes y trasteros. Otra novedad está en la asunción de los preceptos que marca el Código Técnico de Edificación -vigente en toda España-, en lo que se refiere a reservar un recinto en el edificio para almacenar residuos sólidos.

La regulación persigue construcciones más sostenibles, por lo que obliga a instalar un sistema para recoger, depurar y reutilizar el agua de lluvia y la procedente de lavabos y duchas, lo que facilitará ahorros de hasta el 50%. Además, el promotor tendrá que habilitar paneles solares que permitan calentar entre el 50 y el 70% del agua.