Fallece el popular «hombre orquesta» John Balan en una residencia de ancianos

efe

GALICIA

El cadáver de «John Balan» será trasladado al tanatorio de Marín y mañana recibirá sepultura en el cementerio de San Tomé de Piñeiro.

19 mar 2008 . Actualizado a las 21:21 h.

Manuel Outeda, de 73 años, popularmente conocido por «John Balan» y falleció esta madrugada en el asilo de ancianos de Pontevedra donde residía desde hace algunos años.

Balán, que tenía 73 años, fue en su vida artística un fenómeno popular en Galicia y su fama se incremento con la llegada de la televisión.

Protagonizó un buen numero de programas en las décadas de los ochenta y noventa dirigidos por José María Iñigo en la TVE, en los que hacía gala de su capacidad para imitar todo tipo de sonidos y, en especial, los instrumentos musicales por lo que era conocido como el «Hombre Orquesta».

Fue además protagonista de un programa dedicado a su vida artística, «Vivir cada día», en el que además de explicar las vicisitudes nada fáciles de su trayectoria, cumplió su deseo de viajar a Estados Unidos sobrevolando los principales monumentos de New York y la Casa Blanca.

Manuel Balán era natural de la parroquia de Seixo-Marín en donde el ayuntamiento le puso su nombre a la calle donde está su casa natal.

Empezó muy joven a mostrar la singularidad de su dominio fonético y la imitación de todo tipo de sonidos lo que le permitía interpretar piezas musicales con la boca acompañándose rítmicamente con sus manos sobre una puerta hueca que le acompañó en cada una de las actuaciones que realizó en las televisiones.

Era capaz de aprender y pronunciar un discurso en perfecto sonido inglés aunque aseguraba que desconocía el significado de lo que decía.

En su juventud, allá por los años cincuenta, «John Balan» recorría a pie la distancia de siete kilómetros entre Seixo y Marín y, para ayudarse en el camino reproducía el sonido del autobús de línea entre Marín y Cangas y gustaba de travesuras como la de hacer «sonar el claxon» asustando a las personas que se encontraban en las, por entonces, tranquilas calles marinenses.

Otra de sus facetas singularidades era la de crear guiones de películas que él mismo interpretaba en cualquier lugar donde se concentraba la gente.

El popular y desaparecido «trolebús» de Marín a Pontevedra fue muchas veces el escenario de sus interpretaciones que eran muy celebradas por los viajeros.

Fue uno de los más populares cantantes-animadores de las principales orquestas de Galicia en la recta final de su vida artística, que alternaba con las apariciones en la TVG individualmente o junto a otro personaje singular, Rafael Pintos Méndez, «Wladimir», el «conde Drácula» pontevedrés.

«John Balan» acabó su vida en el asilo de ancianos de Pontevedra a donde acudían muchos amigos a visitarle con frecuencia.

Aquejado de una hemiplejia desde hace unos años fue decayendo en su ánimo al no poder seguir siendo el «hombre orquesta» de siempre.

Hace unos meses sus amigos promovieron un homenaje popular en el Teatro Principal de Pontevedra que resultó insuficiente para acoger a tantas personas que quisieron estar a su lado.

Aquel día que Manuel Balán calificó como uno de los más felices de su vida, se reencontró con artistas, presentadores de televisión y amigos de su Marín natal que le hicieron vivir una muy emotiva jornada.

El cadáver de «John Balan» será trasladado al tanatorio de Marín y mañana recibirá sepultura a las 17.00 de la tarde en el cementerio de San Tomé de Piñeiro.