Los nuevos certificados de gallego crean polémica entre los funcionarios

Guillermo Pardo

GALICIA

Protestas porque un decreto convalida los títulos de Celga a quienes hayan cursado la ESO en Galicia

02 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Galicia cuenta desde julio con una normativa que regula los cursos de gallego para obtener los nuevos certificados de conocimiento de lengua (Celga), que sustituyen a los de iniciación y perfeccionamiento.

Al amparo del Marco Común Europeo de Referencia Lingüística, la Xunta publicó el 30 julio del 2007 el decreto regulador de los certificados, distribuidos en cinco niveles adaptados al referente europeo y a los criterios de la Association of Language Testers in Europe (ALTE), organización evaluadora de los niveles de conocimiento lingüístico.

De acuerdo con ello, los antiguos cursos (oral, iniciación y perfeccionamiento) se corresponden con los Celga 1, 3 y 4. Ahora, quienes aprueben los exámenes obtendrán un certificado que les acreditará tantos conocimientos de lengua como el graduado en ESO o el diploma de ciclo inicial de gallego en las escuelas de idiomas (Celga 3), el título de bachillerato o el certificado de especialización en gallego para profesores de primaria (Celga 4) y la licenciatura en Filoloxía Galega (Celga 5).

Mayor rigor académico

Los nuevos programas, de 75 horas de duración, se plantean con mayor rigor académico y exigen del alumnado competencias lingüísticas más amplias y superiores que sus antecesores. Para lograr alguno de los cinco certificados, los alumnos deberán demostrar habilidades gramaticales, fonéticas u ortográficas cuya dificultad será mayor en función del nivel.

Sin embargo, en torno a la nueva normativa se ha desatado desde el principio una polémica que afecta a la convalidación de los antiguos cursos por los nuevos y a los estudios de y en lengua gallega, tanto reglados como no reglados, al estimar amplios sectores de la función pública que tales convalidaciones no están en consonancia con la realidad lingüística que pretenden representar.

Validaciones solo teóricas

Profesores, trabajadores de la Administración o pedagogos disienten de las equiparaciones fijadas en el decreto, pues consideran que se da carta de naturaleza a un sistema de validaciones que califican de «irreal».

Sabela Gil, profesora de Gallego en la Escuela de Idiomas de Santiago, tiene una opinión concluyente sobre las convalidaciones: «Que aos cursos de iniciación e perfeccionamento se lles dea o mesmo valor que ao Celga 4 a efectos do acceso á función pública é un absurdo porque eses cursos non tiñan nivel. Facer validacións á alta non ten sentido, a non ser -añade en este sentido- que queiran contentar á xente e que non haxa problemas».

En la misma línea se pronuncia Nel Vidal, presidente de la Coordinadora de Traballadores de Normalización da Lingua: «Se hai uns anos diciamos que os cursiños non aportaban competencia suficiente e agora se poñen á altura duns programas moi superiores, amais de contraditorio é inxusto para quen se esforzou por adquirir máis coñecementos. Por iso, -continúa Nel Vidal- tanto nós coma a Mesa pola Normalización valoramos a posibilidade de recorrer as validacións diante da ALTE».

Un decreto «serio»

Margarita Chamorro, asesora docente de la Secretaría Xeral de Política Lingüística y responsable de los Celga, defiende el decreto y la «seriedade» del estudio elaborado por la comisión encargada de la convalidación: «Outra cousa -matiza- son as apreciacións persoais».

«Se atendemos ao número de horas e de materias que se imparten en galego -explica-, suponse que un estudante ten un nivel de coñecemento equivalente ao C1 do marco europeo. O mesmo ocorre se falamos doutras linguas». ¿El inglés, por ejemplo? «Se un estudante -añade- é quen de acadar un determinado nivel de competencia comunicativa en inglés, a efectos de recoñecemento oficial debe ser igual no caso do galego».