El constructor de Tomiño se fugó dejando una deuda de 25 millones

L. Míguez / A. Martínez

O CARBALLIÑO

El cierre de la empresa afecta a un centenar de subcontratas, y algunas tendrán que cerrar al quedarse sin encargos

23 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El constructor de Tomiño que abandonó su empresa el pasado lunes dejó una deuda con los bancos y proveedores que podría superar los 25 millones de euros, según las estimaciones que ayer hicieron los trabajadores. El caso ha generado una gran incertidumbre entre los propietarios de las cerca de 300 viviendas construidas por esta empresa en A Cañiza.

Más de 200 propietarios se reunieron anoche para determinar las acciones que van a emprender en el futuro. Muchos de ellos ni siquiera poseen escrituras de sus viviendas, solo contratos privados de compraventa tras haber adelantado fianzas de entre 3.000 y 60.000 euros. La titularidad de sus pisos corre peligro y piensan que su último recurso es que el hijo mayor del empresario tenga un poder para alzar a públicos dichos contratos privados. Los afectados acordaron contratar un abogado y volverán a reunirse el próximo viernes.

Manuel Martínez Barros se fugó dejando en la calle y sin previo aviso a 56 empleados y tras haber vendido buena parte de la maquinaria de las cuatro empresas que forman el grupo Marbar. Pero esta circunstancia podría ser solo la punta del iceberg. La compañía era una de las más importantes de la comarca y de ella dependían más de un centenar de subcontratas. El empresario solo aportaba la piedra de las edificaciones que promovía y tenía proveedores que trabajaban casi exclusivamente para él. «El 80 por ciento de nuestros ingresos dependían de los encargos que nos hacía este señor», señalaba ayer Cristina C.?P., de la compañía Vázquez Tomiño, dedicada a la instalación de fachadas.

Numerosos proveedores se acercaron ayer hasta la sede la empresa en Tebra, donde siguen encerrados los trabajadores. A Construcciones Hermanos Núñez, por ejemplo, le adeudan 240.000 euros por una obra realizada en O Carballiño y ahora tendrá que cerrar.