«Estamos bastante fastidiados, aquí la mayoría tienen hipotecas o letras a las que no podrán hacer frente»

La Voz

GALICIA

22 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El inesperado cierre de las cuatro empresas causó una enorme desolación entre los empleados, no solo por el hecho de haberse quedado sin trabajo, sino también por la forma en la que conocieron la noticia, sin previo aviso y cuando estaban a punto de incorporarse para una nueva jornada laboral.

«Estamos bastante fastidiados, aquí la mayoría tienen hipotecas o letras que pagar. Por lo menos debería habernos avisado para que nos pudiéramos buscar la vida», comentaba ayer Guillermo Claro, uno de los trabajadores. «Yo tengo que pagar al banco 500 euros todos los meses por el crédito que pedí para construir mi casa y ahora ya no se cómo voy a pagar el próximo recibo», reconocía Carlos Pombal González, uno de los trabajadores más jóvenes de la empresa.

«Por lo menos que dé la cara y que diga lo que hay», añadía José Pereira, que llevaba un año trabajando para el Grupo Marbar y siempre con contratos de obra.

El cierre ha cogido desprevenidos a los obreros, que no están organizados sindicalmente. El representante de la CIG afirmó que la mayor parte de los operarios no estaban afiliados por miedo a las represalias del constructor, que imponía las condiciones laborales al margen de convenios y comités de empresa.

El sueldo medio de los empleados era de 1.000 euros, con pagas extras incluidas, por jornadas de diez horas diarias y con 15 días de vacaciones anuales, cuando lo establecido por convenio en esas condiciones son 1.500 euros mensuales.