Detenido en Avilés el entrenador del club de atletismo de Fisterra que era buscado por pederastia

GALICIA

13 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La Guardia Civil detuvo y puso a disposición judicial en Avilés al presidente y entrenador del Club de Atletismo Costa da Morte, Gonzalo Fernández Insua, más conocido como Chalo , por su implicación en supuestos abusos sexuales a menores. Está acusado de obtener y poseer imágenes vejatorias de las jóvenes deportistas del club. El hombre era buscado por las fuerzas de seguridad desde que se cursó una orden de detención contra él.

Un grupo de madres de las atletas del club fisterrán dieron la voz de alarma al retirar a sus hijas de las actividades deportivas por no confiar en el acusado, que, según aseguraron, dormía con las niñas durante las concentraciones y les tomaba fotografías.

A raíz de esa denuncia, la Guardia Civil registró el pasado jueves el domicilio de una tía del detenido, situado frente al Concello de Fisterra, en el que Fernández Insua guardaba las equipaciones y los utensilios deportivos del club junto a diversa documentación. Los agentes se incautaron de un ordenador, libros y diverso material gráfico almacenados en el bajo de la vivienda.

El implicado, que estuvo libre hasta el martes por la noche, mostró por teléfono a La Voz su perplejidad por lo ocurrido. Estaba en Avilés, donde posee una casa en la que reside de forma habitual. Allí está recluido en las dependencias del instituto armado a la espera de ser trasladado a lo largo del día de hoy hasta la localidad de Corcubión, donde está el juzgado que instruye la causa.

Fernández Insua, que fue llevado ayer ante las autoridades judiciales de Avilés, acusó a los medios de comunicación de difundir noticias falsas y negó, a través de su abogado, que existiese una orden de detención contra él. Preguntado por las causas que habían dado pie a la investigación policial, se refirió a un posible tema de drogas o a una hipotética denuncia de la que desconocía tanto al autor como el objeto de la misma.

La reacción en Fisterra no se ha hecho esperar y desde que se conoció la orden de registro en su casa familiar de la localidad se suceden las muestras de repulsa y los comentarios de desconfianza que el presidente del club generaba en varias madres.