«La sequía no es puntual, hay que entrenarse ya en usar menos agua»

GALICIA

El responsable de la gestión del Miño y el Sil alerta sobre el estrés al que se somete a los ríos gallegos y clama por invertir en mejorar las redes de abastecimiento para minimizar las fugas

18 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Mientras no se concreta la creación de la Confederación Hidrográfica de Galicia, Jorge Marquínez sigue desde Oviedo con preocupación el estado de alerta por sequía que vive por primera vez la cuenca del Miño, y con ella más de la mitad de Galicia. Como todo gestor del agua, clama por un consumo responsable, una subida de precio, pero también porque las eléctricas compensen mejor a los gallegos por explotar sus recursos.

-Diez días después de la alerta por sequía, ¿atisba un descenso en el consumo?

-Desconozco las cifras pormenorizadas, pero veo que hay una mayor preocupación. He mandado comunicaciones a más de 140 ayuntamientos y me consta que muchos han activado planes de ahorro. Lo cierto es que hay una docena con problemas de abastecimiento, pero es que son muchos los ríos que llevan solo el caudal mínimo para el mantenimiento de la vida en su interior. El estrés que están sufriendo hoy los ríos en Galicia por falta de agua es notable, por eso hay que hacer un gran esfuerzo de contención en el consumo.

-Pero, ¿es difícil concienciar al ciudadano en noviembre de que esta es una sequía seria?

-La gente puede pensar que es exagerado, pero los cauces están siendo sometidos a un estrés importante. La sociedad debe pensar que ya no es coyuntural, es una dirección definitiva, la contención en el gasto de agua; que será ya para siempre necesaria. Este es el primer plan de sequía que se activa en el Miño, pero, con toda seguridad, esta sequía no es puntual, todos tenemos que entrenarnos ya en usar menos agua, concienciarnos del problema y aplicar medidas de ahorro y mejor gestión.

-¿No me diga que hay que ir pensando hasta en plantas desalinizadoras en Galicia?

-Aquí es impensable. La necesidad de agua es muy dispersa y el transporte constante, si no es a núcleos poblados, no es posible económicamente. Lo que hay que hacer es aprender a usar los recursos, reducir gastos innecesarios, mejorar las infraestructuras de abastecimiento y activar medidas de urgencia.

-Menciona la dispersión de la población, ¿incide el desarrollo urbanístico, con la proliferación de complejos aislados, en el consumo de agua?

-Afortunadamente, desde el 2005 se está combatiendo eso. Ahora es obligatorio contar con un informe preceptivo de las confederaciones hidrográficas en el que debe indicarse si un proyecto urbanístico cuenta o no con capacidad y garantías para el abastecimiento de agua y su saneamiento. Creo que ya no se pone el carro antes de los bueyes, aunque es cierto que ha habido también en Galicia muchos desarrollos sin control.

-¿Se podría prohibir la construcción en algunas zonas, como hace la ley del litoral, para evitar situaciones límite?

-En el norte el agua es comparativamente un bien abundante, hay recursos suficientes y por eso debemos primar la planificación sobre la prohibición. Creo que todavía se pueden solventar las situaciones de crecimiento urbano, pero con planificación. Eso sí, quizás hay que poner más acento en la depuración de las aguas residuales. Lo que ya no tiene sentido es permitir un polígono industrial donde solo se puede verter en un arroyo.

-Y tampoco donde haya riesgo de inundaciones.

-Claro. No se puede construir en zonas potencialmente inundables, ni alterar los cauces, porque está claro que eso produce daños y peligro a la sociedad.

-Los concellos no dan ejemplo de gestión del agua en una comunidad que pierde en fugas lo mismo que consumen los hogares de Lugo y Ourense.

-Criticar sin más esas pérdidas es discurso fácil. La extensión de tuberías, codos, canalizaciones... que hay en Galicia es de tal envergadura que tiene que haber pérdidas. Todo dependerá de la longitud, del terreno y de las inversiones que se hagan. Hay una relación directa entre el abastecedor, los medios de los que disponga y el mantenimiento de la red y calidad del servicio.

-Ahora es cuando dirá que el recibo del agua es bajo...

-No podemos pedir que se reparen las redes si no aportamos los medios necesarios. Urge una mayor implicación de la ciudadanía para poder evitar algo tan lamentable como que en épocas de sequía se pierda tanta agua en unas redes lamentables.