Lejos de resolverse, el incidente generado por la combustión del carbón que se aloja en la Medusa del puerto coruñés, el almacén cerrado de Unión Fenosa, se complicó algo más en el día de ayer. Por la mañana se detectaron al menos dos nuevos focos de calor en el mineral, y la empresa decidió extraer toda la mercancía del recinto, lo que reavivó la humareda que se registra en la ciudad desde el martes.
Desde ese día, cuando se constató que había un punto caliente en el carbón, Fenosa retiró de la Medusa 20.000 toneladas de mineral que fueron trasladadas a la central de Meirama, de forma que todavía quedan otras 50.000. Mientras continúa este transporte a la térmica por los habituales medios ferroviarios, los operarios de Fenosa, de Fergo Galicia y de TMG comenzaron a depositar pequeñas pilas de carbón sobre el muelle del Centenario. Intentan aislar la mercancía fría de la que está recalentada, y esta está siendo compactada en el muelle con el objetivo de bajar su temperatura.
Los técnicos prevén que la extracción de todo el carbón se prolongará durante cuatro o cinco días más, con lo que se mantendrán las humaredas sobre las áreas más próximas al puerto, como la Marina y los Castros.
Los bomberos de A Coruña se sumaron el jueves a las operaciones. Ayer estaban preparados para refrigerar los núcleos de calor con agua y espumógeno, y la Autoridad Portuaria recabó además la colaboración del servicio de amarradores por si estas tareas provocan vertidos a la lámina de agua del puerto. Se cuenta con barreras anticontaminación, máquinas limpiadoras de agua y un remolcador, por si fuera necesaria su intervención.
La continua combustión del carbón, sin llamas, extendió el humo por numerosas zonas de A Coruña, así como un fuerte olor a gas. Sin embargo, las mediciones realizadas dentro del puerto siguen descartando daños para la salud pública. La máxima concentración de monóxido de carbono se registró el jueves, con un valor de 1,2 miligramos por metro cúbico, muy lejos de los 10 miligramos que están considerados como el valor límite para el cuerpo humano. En cuanto al dióxido de azufre, que tiene un valor límite de 350 microgramos por metro cúbico, los índices oscilan entre 10 y 30 microgramos, aunque el jueves a las diez de la noche se detectó una punta de 134.
Reacciones
La crisis medioambiental en el puerto continuó generando reacciones políticas y vecinales. La asociación de vecinos de Os Castros, el barrio más afectado por las descargas portuarias, reiteró su petición de que dimita el presidente del Puerto coruñés, Macario Fernández-Alonso, mientras el BNG presentó una iniciativa en el Congreso de los Diputados, demandando que se garantice la protección de la salud y el medio ambiente.
Mientras, el alcalde de A Coruña, Javier Losada, recordó que este tipo de situaciones avalan la necesidad de que se ponga en marcha el puerto exterior de punta Langosteira y mostró su confianza en que el operativo logre restablecer la normalidad en pocos días.