La Xunta investiga a Ferroatlántica por el desastre ecológico del Xallas

GALICIA

El jefe de explotación de la firma declara como imputado por la muerte de miles de peces en el embalse de Fervenza

11 nov 2007 . Actualizado a las 15:05 h.

El embalse de Fervenza, el mayor de los existentes en la provincia de A Coruña, está completamente seco. La empresa que lo gestiona llevaba semanas anunciando la progresiva reducción de reservas de agua. El último dato era del 0,4%. Ayer finalmente se quedó seco. El único líquido que llega a las compuertas de la presa, situada en Dumbría -el embalse se divide entre Dumbría, Zas y Mazaricos-, es el caudal natural del río Xallas, que llega sin fuerzas hasta los muros de hormigón de la presa, formando una poza turbia en la que ayer flotaban miles de peces muertos y otros muchos agonizantes.

El caudal ecológico del embalse resultaba insuficiente para dar salida a la cantidad de peces que trataban de huir río abajo.

Más allá de la poza en la que agonizaban los peces, los kilómetros cuadrados que antes ocupaba el agua se han transformado en una ciénaga en la que se pueden ver restos de antiguas construcciones anegadas cuando se construyó la presa. Los vecinos no recordaban haber visto nunca el pantano en el estado en que se halla ahora.

El embalse de Fervenza, que gestiona Ferroatlántica, tiene una capacidad de 104 millones de metros cúbicos de agua. El año pasado por estas fechas estaba al cien por cien de su capacidad. Entonces la compañía producía electricidad hasta 24 horas al día. Doce meses después no queda ni una gota.

Investigación a Ferroatlántica

La Consellería de Medio Ambiente anunció ayer que abrirá una investigación para determinar el grado de responsabilidad de la empresa concesionaria del embalse en la gestión del agua.

Desde la consellería explican que, cuando menos, es «extraño» que la mayor presa de la provincia sea también la primera que se seca. Fervenza tiene cinco veces más capacidad que Cecebre, que abastece a A Coruña, pero en Cecebre aún queda más de un 30% de su capacidad máxima.

Las alarmas por el estado del embalse saltaron ayer por la mañana. En los últimos días el nivel del agua era muy bajo, pero no se había detectado mortandad de peces. A primera hora se contaban por miles, sobre todo escalos y truchas. Esta última especie, además, está cerca de la temporada de desove, por lo que no será fácil que el embalse se regenere cuando comiencen las lluvias.

Cerca de una docena de agentes de la Guardia Civil se trasladaron ayer por la mañana hasta Fervenza. También lo hicieron miembros de Protección Civil de varios municipios limítrofes.

Imputado un directivo

Además de la investigación de la Xunta, el Seprona está ya realizando las suyas. Ayer mismo el jefe de explotación de la compañía prestaba declaración, como imputado, por la comisión de un presunto delito ecológico.

La Consellería de Medio Ambiente montó un dispositivo de emergencia enviando al lugar al secretario xeral de Medio Ambiente, el subdirector de Conservación, el delegado provincial, la jefa del servicio de conservación, cinco agentes, tres capataces, dos vigilantes y 32 trabajadores de Tragsa.

El operativo empezó a retirar peces muertos de la orilla, que junto a los que se recojan hoy serán llevados a la planta de Gesuga para el tratamiento de animales muertos. También comenzaron a trasladar a los animales vivos río abajo. Hoy está previsto que se ponga en marcha un dispositivo en el agua para capturar con redes los supervivientes y para llevarlos al río. Aguas de Galicia decidió regular ayer el embalse para que aumentara el volumen de agua en la presa y aliviar la situación ecológica.