Un escrito de seis líneas expresando su disponibilidad para el puesto y un currículo académico en el que citaba su licenciatura en Empresariales y un máster MBA, y describía su experiencia en el ámbito de la gestión de residuos urbanos en Pontevedra, bastó para que la Xunta del PP encomendara a un joven de 29 años, Manuel Fernández Balboa, la dirección financiera de la Fundación Cidade da Cultura. Fernández Balboa, hermano de la esposa de Mariano Rajoy, remitió la carta en enero del 2001 y a los dos meses inició una labor en la que permaneció hasta noviembre del 2005. En su comparecencia de ayer ante la comisión de investigación del Gaiás rehusó aclarar cómo llegó al cargo, pero explicó que tras el relevo en la Xunta decidió presentar su renuncia a un «puesto político».
La presencia en el órgano parlamentario que investiga la caótica gestión del complejo de quien tuvo la responsabilidad de las cuentas durante cuatro años permitió a los grupos que apoyan al bipartito tirar del hilo de la «trama familiar» que, según socialistas y nacionalistas, está detrás de ese desfase. Pese a las preguntas reiteradas de los dos grupos sobre si su vinculación con Rajoy favoreció su llegada al puesto, Fernández ni mencionó a su cuñado, aunque fue explícito al reconocer la condición «política» de su cargo. «No comento cómo entré, solo cómo salí», matizó. Manifestó que, al mudar el Gobierno gallego en el verano del 2005, entendió que no iba a tener la «confianza» del bipartito. En cambio, prolongó su permanencia en el cargo hasta noviembre, según su versión, porque el nuevo gerente, Francisco Carracedo, le pidió que continuara tres meses más.
El debate sobre el perfil académico más adecuado para gestionar 50 millones de euros al año dio pie al diputado del PP Ignacio López Chaves, que felicitó al compareciente «por su gestión», para reprobar la condición de diplomado en Magisterio del sustituto de Fernández Balboa, Elías Suárez. El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, apostilló que el actual director financiero, amigo de Carracedo, suma 34 años de experiencia «na xestión universitaria».
Fernández Balboa, que opinó que el informe del Consello de Contas «no es excesivamente duro, más bien todo lo contrario», aseguró que la Consellería de Economía le comentó que la Fundación Cidade da Cultura no podía solicitar fondos europeos, por su condición de fundación. Señaló que la Xunta estaba más interesada en que las obras comenzaran lo antes posible.